30 Versículo de la Biblia sobre los corazones quebrantados

“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazónY salva a los contritos de espíritu”

— Salmos 34:18

El versículo de Salmo 34:18 dice: “Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los contritos de espíritu.” Este versículo ofrece consuelo y esperanza a quienes enfrentan dolor y sufrimiento emocional. Nos recuerda que Dios está cerca de aquellos que tienen el corazón roto y que Él ofrece su salvación y apoyo en momentos de angustia. Es una promesa de que no estamos solos en nuestras luchas, y que el amor y la compasión de Dios nos acompañan siempre.

“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”

— Salmos 147:3

El versículo bíblico Salmo 147:3 dice: “Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”. Este pasaje ofrece consuelo y esperanza a quienes están sufriendo emocionalmente. Refleja el amor y la compasión de Dios, quien está siempre dispuesto a restaurar y sanar nuestras penas más profundas. En tiempos de dolor, este versículo nos recuerda que no estamos solos y que Dios, con su infinita misericordia, está presente para aliviar nuestras cargas y curar nuestras heridas emocionales.

“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, a los presos apertura de la cárcel”

— Isaías 61:1

Isaías 61:1 es un versículo que habla sobre el poder sanador y liberador de Dios. El profeta Isaías proclama que ha sido ungido por el Señor para llevar buenas nuevas a los pobres, sanar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los cautivos y liberar a los prisioneros. Este versículo resalta la compasión y el amor de Dios hacia aquellos que sufren, ofreciendo consuelo y esperanza a quienes están heridos emocionalmente. Es un recordatorio de que Dios está presente para restaurar y sanar corazones quebrantados.

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”

— Mateo 5:4

El versículo Mateo 5:4 dice: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”. Este pasaje es una parte del Sermón del Monte, donde Jesús ofrece esperanza a aquellos con corazones quebrantados. Nos recuerda que el dolor y la tristeza no son el final; Dios promete consuelo y restauración. En momentos de sufrimiento, podemos encontrar paz sabiendo que no estamos solos y que nuestra tristeza será transformada en gozo por la gracia divina.

“Porque así dijo el Alto Sublime, el que habita la eternidad, cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura la santidad, con el quebrantado humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, para vivificar el corazón de los quebrantados”

— Isaías 57:15

Isaías 57:15 destaca la grandeza y santidad de Dios, quien habita en la eternidad y en la santidad, pero también se acerca a los corazones quebrantados y humildes. Este versículo ofrece consuelo al asegurar que Dios no solo está presente en lo alto, sino también con aquellos que están heridos y contritos, restaurando y dando vida a sus espíritus. Es un recordatorio poderoso de que, en medio del dolor, Dios está cerca y dispuesto a sanar y renovar.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

Juan 14:27 dice: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Este versículo ofrece consuelo a los corazones quebrantados, asegurando que la paz de Jesús es diferente a la paz temporal que ofrece el mundo. Es una paz duradera y profunda, que calma el corazón y disipa el miedo. En momentos de sufrimiento, podemos encontrar refugio en la promesa de esta paz divina que supera cualquier angustia.

“Bendito sea el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”

— 2 Corintios 1:3-4

2 Corintios 1:3-4 nos recuerda que Dios es una fuente constante de consuelo y compasión. En momentos de angustia y corazones quebrantados, Él nos ofrece su amor y consolación. Este versículo destaca cómo, al recibir el consuelo divino, también estamos llamados a consolar a otros en sus tribulaciones. Dios no solo sana nuestras heridas, sino que nos capacita para ser canales de su paz y amor hacia quienes también sufren, creando una cadena de apoyo y esperanza.

“Mi carne mi corazón desfallecenMas la roca de mi corazón mi porción es Dios para siempre”

— Salmos 73:26

El versículo de Salmos 73:26 dice: “Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.” Este pasaje nos recuerda que, aunque nuestras fuerzas físicas y emocionales puedan fallar, Dios es nuestro sustento inquebrantable. En tiempos de corazones quebrantados, encontramos consuelo en la certeza de que Dios es nuestra fortaleza eterna. Nos invita a confiar en Él como nuestro refugio y apoyo constante, incluso cuando todo lo demás parece desmoronarse.

“Porque satisfaré al alma cansada, saciaré a toda alma entristecida”

— Jeremías 31:25

Jeremías 31:25 dice: “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida”. Este versículo ofrece un mensaje de esperanza y consuelo para aquellos con corazones quebrantados. Dios promete restaurar y renovar a quienes están agotados y afligidos. En momentos de dolor y dificultad, este versículo nos recuerda que no estamos solos. Dios está presente para llenar nuestros vacíos emocionales y espirituales, brindándonos paz y renovando nuestras fuerzas.

“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantadoAl corazón contrito humillado no despreciarás tú, oh Dios”

— Salmos 51:17

El versículo de Salmos 51:17 dice: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Este versículo nos enseña que Dios valora un corazón humilde y arrepentido por encima de cualquier sacrificio material. Cuando nos acercamos a Él con un espíritu quebrantado, reconociendo nuestras fallas y buscando Su perdón, encontramos Su misericordia y aceptación. El verdadero arrepentimiento es el camino hacia la restauración y la comunión con Dios.

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”

— 1 Pedro 5:7

1 Pedro 5:7 dice: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” Este versículo ofrece consuelo a los corazones quebrantados al recordarles que pueden confiar en Dios con sus preocupaciones y miedos. Cuando enfrentamos dolor o tristeza, es reconfortante saber que no estamos solos; Dios se preocupa profundamente por nosotros y está dispuesto a cargar con nuestras cargas. Al entregarle nuestras ansiedades, encontramos paz y fortaleza en su amor y cuidado constante.

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

Apocalipsis 21:4 ofrece consuelo y esperanza a los corazones quebrantados, prometiendo un futuro libre de dolor y sufrimiento. El versículo describe un tiempo en el que Dios enjugará toda lágrima, eliminando la muerte, el llanto y el dolor. Esta promesa es un recordatorio de que las aflicciones actuales son temporales y que, en la nueva creación de Dios, habrá plenitud de gozo y restauración. Es un mensaje de esperanza para quienes enfrentan dificultades, asegurando que el sufrimiento no tendrá la última palabra.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”

— Mateo 11:28

Mateo 11:28 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Este versículo ofrece consuelo a quienes tienen el corazón quebrantado, invitándolos a buscar refugio en Jesús. Él promete alivio y descanso a aquellos que llevan cargas pesadas, ya sean emocionales, espirituales o físicas. En momentos de dolor y desesperanza, encontrar en Jesús un refugio puede traer paz y restauración a corazones heridos.

“Me he consumido a fuerza de gemirTodas las noches inundo de llanto mi lechoRiego mi cama con mis lágrimas”

— Salmos 6:6

El Salmo 6:6 expresa el profundo dolor y angustia del salmista, quien clama a Dios en medio de su aflicción. Este versículo es un reflejo del corazón quebrantado, lleno de lágrimas y lamento. En momentos de sufrimiento, el salmista nos muestra que es natural derramar nuestras penas ante Dios, buscando consuelo y sanación. Este pasaje nos recuerda que, aunque enfrentemos tiempos difíciles, Dios escucha nuestras súplicas y está cerca de los quebrantados de corazón.

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”

— Romanos 8:18

Romanos 8:18 nos ofrece consuelo y esperanza en medio del sufrimiento, recordándonos que las aflicciones presentes son temporales y no se comparan con la gloria futura que se revelará en nosotros. Para aquellos con corazones quebrantados, este versículo es un recordatorio poderoso de que el dolor actual no es el final. La promesa de una gloria venidera nos invita a perseverar y confiar en que Dios transformará nuestro sufrimiento en algo mucho más grande y hermoso.

“¿Por qué te abates, oh alma míaY por qué te turbas dentro de mí?Espera en Dios; porque aún he de alabarleSalvación mía Dios mío”

— Salmos 42:11

El versículo de Salmo 42:11 dice: “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.” Este versículo ofrece consuelo a los corazones quebrantados al recordarles que, incluso en momentos de angustia y tristeza, hay esperanza en Dios. El salmista se anima a sí mismo a confiar en el Señor, quien es su salvación y fuente de alabanza, sugiriendo que la fe y la esperanza pueden restaurar el alma abatida.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

— Isaías 41:10

Isaías 41:10 es un versículo que ofrece consuelo y fortaleza a aquellos que enfrentan dificultades y corazones quebrantados. Dios asegura a sus hijos que no deben temer, porque Él está con ellos. Promete brindarles fortaleza, apoyo y ayuda en momentos de debilidad. Este pasaje es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, no estamos solos; la presencia y el poder de Dios nos sostienen, infundiendo esperanza y restaurando nuestros corazones heridos.

“Porque el Señor no desecha para siempreAntes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordiasPorque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres”

— Lamentaciones 3:31-33

Lamentaciones 3:31-33 nos ofrece consuelo y esperanza a quienes tienen el corazón quebrantado. El versículo nos recuerda que, aunque podamos enfrentar sufrimiento y dolor, Dios no nos abandona para siempre. Su compasión y misericordia prevalecen, y Él no disfruta del sufrimiento humano. Este pasaje nos asegura que, aunque atravesemos tiempos difíciles, Dios tiene un propósito redentor y nos acompaña en nuestra aflicción, brindándonos consuelo y restauración.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración ruego, con acción de gracias. la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones vuestros pensamientos en Cristo Jesús”

— Filipenses 4:6-7

Filipenses 4:6-7 nos invita a entregar nuestras preocupaciones a Dios mediante la oración y la gratitud. Este pasaje es especialmente relevante para los corazones quebrantados, ya que promete la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, una paz que guarda nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús. En momentos de angustia y dolor, este versículo nos recuerda que, al confiar en Dios y buscar su presencia, podemos encontrar consuelo y serenidad en medio de nuestras circunstancias difíciles.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:15-16

Hebreos 4:15-16 nos recuerda que Jesús, nuestro sumo sacerdote, comprende nuestras debilidades porque él mismo experimentó el sufrimiento humano, aunque sin pecado. Esto nos da confianza para acercarnos al trono de la gracia con corazones quebrantados, sabiendo que encontraremos misericordia y ayuda en momentos de necesidad. Este versículo nos consuela al asegurarnos que no estamos solos en nuestro dolor; Dios entiende nuestro sufrimiento y nos ofrece su amor y apoyo incondicional.

“Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”

— 2 Corintios 4:8-9

2 Corintios 4:8-9 nos recuerda que, aunque enfrentamos dificultades y sufrimientos, no estamos derrotados. Estos versículos destacan la resiliencia y la esperanza que encontramos en Dios. Aun cuando nuestros corazones están quebrantados, no estamos solos ni abandonados. Dios nos sostiene en la adversidad, nos da fuerzas para superar los desafíos y nos asegura que las pruebas no nos destruirán. Este pasaje es un poderoso recordatorio de la fortaleza y el consuelo divino en tiempos difíciles.

“Ella es mi consuelo en mi aflicciónPorque tu dicho me ha vivificado”

— Salmos 119:50

El Salmo 119:50 dice: “Este es mi consuelo en mi aflicción: que tu promesa me da vida”. Este versículo ofrece esperanza a los corazones quebrantados al recordarnos que, en medio del dolor y la angustia, las promesas de Dios son una fuente de vida y consuelo. Nos anima a aferrarnos a la palabra de Dios y encontrar en ella la fuerza necesaria para superar las dificultades, recordando que Su fidelidad y amor nos sostienen en los momentos más oscuros.

“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas”

— Santiago 5:13

El versículo de Santiago 5:13 nos invita a llevar nuestras emociones a Dios, ya sea en tiempos de sufrimiento o alegría. Para aquellos con corazones quebrantados, este versículo ofrece consuelo al recordarnos que podemos recurrir a la oración en momentos de angustia. La oración se convierte en un refugio para sanar y encontrar paz. Al mismo tiempo, nos anima a cantar alabanzas cuando experimentamos gozo, reconociendo la presencia continua de Dios en nuestras vidas, tanto en el dolor como en la alegría.

“Echa sobre Jehová tu carga, él te sustentaráNo dejará para siempre caído al justo”

— Salmos 55:22

El versículo de Salmo 55:22 dice: “Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo”. Este pasaje nos ofrece consuelo en tiempos de angustia y dolor. Nos recuerda que podemos confiar en Dios con nuestras preocupaciones y cargas, especialmente cuando nuestros corazones están quebrantados. Al entregar nuestras penas a Dios, encontramos su apoyo y fortaleza, sabiendo que Él no nos abandonará y nos ayudará a superar nuestras dificultades.

“El Espíritu del Señor está sobre míPor cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobresMe ha enviado a sanar a los quebrantados de corazónA pregonar libertad a los cautivosY vista a los ciegosA poner en libertad a los oprimidos”

— Lucas 4:18

El versículo Lucas 4:18 dice: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos”. Este pasaje destaca la misión de Jesús de llevar sanación y esperanza a aquellos que sufren. En el contexto de los corazones quebrantados, resalta su compasión y su poder para restaurar y liberar a quienes están heridos emocionalmente.

“No solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; la paciencia, prueba; la prueba, esperanza”

— Romanos 5:3-4

Romanos 5:3-4 nos enseña sobre la transformación del sufrimiento en crecimiento espiritual. Aunque enfrentemos tribulaciones y corazones quebrantados, estas experiencias pueden cultivarnos en paciencia y perseverancia. Este proceso, a su vez, fortalece nuestro carácter y nos llena de esperanza. El versículo nos recuerda que, incluso en momentos de dolor, Dios está obrando en nosotros para moldearnos y acercarnos más a Él, prometiéndonos que el sufrimiento no es en vano, sino un camino hacia la renovación y la fortaleza interior.

“Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligidoNi de él escondió su rostroSino que cuando clamó a él, le oyó”

— Salmos 22:24

El Salmo 22:24 es un poderoso recordatorio de que Dios no abandona a quienes están sufriendo o tienen el corazón quebrantado. Este versículo enfatiza que el Señor escucha los clamores de los afligidos y no oculta su rostro de ellos. En tiempos de angustia, Dios está presente y dispuesto a brindar consuelo y esperanza. Su amor y compasión son constantes, ofreciendo paz a aquellos que lo buscan sinceramente en medio de su dolor.

“El Dios de esperanza os llene de todo gozo paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”

— Romanos 15:13

Romanos 15:13 dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Este versículo ofrece consuelo a los corazones quebrantados, recordando que Dios es una fuente inagotable de esperanza. A través de la fe, Él nos llena de gozo y paz, aun en medio del dolor. El Espíritu Santo nos capacita para superar las dificultades, renovando nuestras fuerzas y permitiéndonos experimentar una esperanza abundante que sana y restaura.

“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”

— Isaías 43:2

Isaías 43:2 ofrece un poderoso mensaje de consuelo y esperanza para aquellos con corazones quebrantados. Este versículo promete la presencia constante de Dios en medio de las dificultades y pruebas de la vida. Asegura que, aunque enfrentemos aguas turbulentas o caminemos por el fuego, no estaremos solos ni seremos consumidos. La promesa de Dios es estar con nosotros, brindando protección y fortaleza, recordándonos que su amor y cuidado son inquebrantables, incluso en los momentos más oscuros.

“El mismo Jesucristo Señor nuestro, Dios nuestro Padre, el cual nos amó nos dio consolación eterna buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, os confirme en toda buena palabra obra”

— 2 Tesalonicenses 2:16-17

2 Tesalonicenses 2:16-17 nos recuerda el consuelo y la esperanza que Dios nos ofrece a través de Jesucristo. En tiempos de corazones quebrantados, este versículo nos asegura que el amor eterno y la gracia de Dios son fuentes inagotables de fortaleza y consuelo. Nos anima a mantenernos firmes y a confiar en que el Señor nos guiará y consolará en las dificultades, fortaleciendo nuestros corazones para seguir adelante con buenas obras y palabras, incluso en medio del dolor.