41 Versículo de la Biblia sobre entregar los problemas a Dios

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”

— 1 Pedro 5:7

1 Pedro 5:7 dice: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. Este versículo nos invita a confiar plenamente en Dios, entregándole nuestras preocupaciones y ansiedades. La promesa subyacente es que Dios se preocupa profundamente por nosotros y está dispuesto a cargar con nuestras cargas. Al hacerlo, encontramos paz y alivio, sabiendo que no estamos solos en nuestras luchas. Este acto de entrega es un gesto de fe y reconocimiento de la soberanía y amor de Dios en nuestras vidas.

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración ruego, con acción de gracias”

— Filipenses 4:6

Filipenses 4:6 nos exhorta a no preocuparnos por nada, sino a presentar nuestras peticiones a Dios en oración y súplica, con acción de gracias. Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y entregarle nuestras preocupaciones. Al hacerlo, liberamos la carga del estrés y la ansiedad, permitiendo que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde nuestros corazones y mentes. Es un llamado a la fe, a la gratitud y a encontrar consuelo en la presencia divina.

“Echa sobre Jehová tu carga, él te sustentaráNo dejará para siempre caído al justo”

— Salmos 55:22

El Salmo 55:22 nos invita a confiar nuestras cargas al Señor, prometiendo que Él nos sostendrá y no permitirá que caigamos. Este versículo es un poderoso recordatorio de que no estamos solos en nuestras luchas; Dios está dispuesto a llevar nuestras preocupaciones y ofrecer su apoyo constante. Al entregar nuestros problemas a Él, podemos encontrar paz y fortaleza, sabiendo que Dios es fiel y cuida de quienes confían en Él.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”

— Mateo 11:28

El versículo Mateo 11:28 invita a aquellos que están cansados y agobiados a encontrar descanso en Dios. Este pasaje nos recuerda que al entregar nuestras preocupaciones y cargas a Dios, podemos experimentar alivio y paz. Jesús nos ofrece su ayuda y nos llama a confiar en Él, sabiendo que no estamos solos en nuestras luchas. Al descansar en su presencia, encontramos fortaleza y consuelo, permitiéndonos enfrentar los desafíos de la vida con renovada esperanza y fe.

“Fíate de Jehová de todo tu corazónY no te apoyes en tu propia prudenciaReconócelo en todos tus caminosY él enderezará tus veredas”

— Proverbios 3:5-6

Proverbios 3:5-6 nos invita a confiar plenamente en Dios y no depender de nuestro propio entendimiento. Nos enseña que al reconocer a Dios en todos nuestros caminos, Él nos guiará y hará rectas nuestras sendas. Este versículo nos recuerda que, al enfrentar problemas, debemos entregarlos a Dios con fe y confianza, sabiendo que Su sabiduría es infinita. Al hacerlo, encontramos paz, dirección y la seguridad de que Él siempre está con nosotros, guiándonos hacia el mejor camino.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

— Isaías 41:10

Isaías 41:10 es un poderoso recordatorio de la presencia constante y el apoyo inquebrantable de Dios. El versículo dice: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Este pasaje nos invita a entregar nuestros problemas a Dios, confiando en que Él nos fortalecerá y sostendrá en momentos de dificultad. Al recordar que no estamos solos, encontramos paz y esperanza en Su promesa de ayuda divina.

“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”

— 2 Corintios 12:9

El versículo 2 Corintios 12:9 dice: “Pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'”. Este pasaje nos recuerda que, al enfrentar dificultades, podemos confiar en la gracia de Dios. En lugar de luchar solos, se nos invita a entregar nuestros problemas a Dios, permitiendo que Su poder actúe en nuestras debilidades. Al hacerlo, experimentamos Su fortaleza y amor transformador, lo que nos brinda paz y confianza en medio de las adversidades.

“Dios es nuestro amparo fortalezaNuestro pronto auxilio en las tribulaciones”

— Salmos 46:1

El Salmo 46:1 dice: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Este versículo nos recuerda que, ante las dificultades y problemas de la vida, podemos encontrar seguridad y apoyo en Dios. Nos invita a confiar en Él y a entregarle nuestras preocupaciones, sabiendo que Él está presente y dispuesto a ayudarnos en cualquier situación. Es un llamado a descansar en su poder y a no temer, pues Él es nuestro constante amparo.

“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

— Romanos 8:28

Romanos 8:28 nos recuerda que “sabemos que en todas las cosas Dios trabaja para el bien de aquellos que lo aman”. Este versículo nos invita a confiar plenamente en Dios, entregando nuestros problemas y preocupaciones a Él. Aunque enfrentemos dificultades, podemos estar seguros de que Dios tiene un propósito mayor y está obrando en todas las circunstancias para nuestro beneficio. Este acto de entrega nos permite experimentar paz y confianza, sabiendo que estamos en manos de un Dios amoroso y soberano.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”

— Jeremías 29:11

Jeremías 29:11 es un versículo que ofrece consuelo y esperanza, recordándonos que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, un plan de bienestar y no de calamidad, para darnos un futuro y una esperanza. Al entregar nuestros problemas a Dios, confiamos en su sabiduría y amor, sabiendo que, incluso en momentos de incertidumbre, Él está trabajando para nuestro bien. Este versículo nos anima a descansar en la seguridad de que Dios tiene el control y un propósito para nuestras vidas.

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”

— Isaías 26:3

Isaías 26:3 dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y mantener nuestro enfoque en Él. Al entregar nuestros problemas a Dios y confiar en Su sabiduría y amor, podemos experimentar una paz genuina y duradera, incluso en medio de las dificultades. Es un llamado a dejar nuestras preocupaciones en manos de Dios, sabiendo que Él nos sostendrá.

“Claman los justos, Jehová oyeY los libra de todas sus angustias”

— Salmos 34:17

El Salmo 34:17 dice: “Claman los justos, y el Señor los escucha; los libra de todas sus angustias”. Este versículo nos recuerda la importancia de entregar nuestros problemas a Dios. Cuando enfrentamos dificultades, podemos confiar en que Dios escucha nuestras súplicas y está dispuesto a ayudarnos. No estamos solos en nuestras luchas; al clamar a Dios con fe, Él promete liberarnos y brindarnos la paz que necesitamos en momentos de angustia.

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”

— Mateo 6:34

Mateo 6:34 nos invita a confiar en Dios y a no preocuparnos por el futuro. Este versículo nos enseña a vivir el presente, entregando nuestras preocupaciones diarias a Dios. Al hacerlo, encontramos paz y liberación del estrés que conlleva el anticipar problemas futuros. Confiar en que Dios proveerá y cuidará de nosotros nos permite enfocarnos en el aquí y ahora, fortaleciendo nuestra fe mientras enfrentamos cada día con serenidad y confianza en Su plan.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”

— Juan 14:27

Juan 14:27 dice: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Este versículo nos invita a entregar nuestras preocupaciones a Dios, confiando en la paz que solo Él puede ofrecer. A diferencia de la paz temporal del mundo, la paz de Jesús es duradera y profunda. Al confiar en Él, podemos liberar nuestras ansiedades, sabiendo que su amor y cuidado nos sostienen en todo momento.

“Encomienda a Jehová tu caminoY confía en él; él hará”

— Salmos 37:5

El versículo bíblico de Salmo 37:5 dice: “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.” Este versículo nos invita a entregar nuestras preocupaciones y problemas a Dios, confiando plenamente en su sabiduría y amor. Al hacerlo, nos liberamos del peso de las cargas que llevamos, sabiendo que Dios está al control y actuará en nuestro favor. Es un llamado a la fe y la confianza en que Dios guiará nuestros pasos y resolverá nuestras dificultades.

“El Dios de esperanza os llene de todo gozo paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”

— Romanos 15:13

Romanos 15:13 dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Este versículo nos inspira a confiar nuestros problemas a Dios, quien es nuestra fuente de esperanza. Al creer en Él, somos llenos de gozo y paz, permitiéndonos enfrentar las dificultades con una renovada esperanza. Entregar nuestras cargas a Dios nos libera y nos permite experimentar la plenitud de Su paz y amor, fortaleciéndonos a través del Espíritu Santo.

“El mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros”

— 2 Tesalonicenses 3:16

2 Tesalonicenses 3:16 dice: “Ahora, que el Señor de paz mismo les dé paz en todo momento y en toda forma. El Señor sea con todos ustedes.” Este versículo nos recuerda que la verdadera paz proviene de Dios. Cuando enfrentamos problemas, podemos entregárselos a Él y confiar en que nos brindará serenidad y calma. Al buscar Su presencia, experimentamos una paz que trasciende las circunstancias, sabiendo que Él está siempre con nosotros, guiándonos y fortaleciéndonos.

“La paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; sed agradecidos”

— Colosenses 3:15

Colosenses 3:15 nos invita a dejar que la paz de Cristo gobierne en nuestros corazones. Este versículo nos recuerda la importancia de entregar nuestras preocupaciones y problemas a Dios, permitiendo que su paz reine en nosotros. Al confiar en Dios, liberamos nuestras cargas y encontramos tranquilidad. La paz de Cristo actúa como un árbitro en nuestras vidas, guiándonos hacia decisiones sabias y fortaleciendo nuestra unidad como comunidad creyente. Al entregar nuestros problemas a Dios, experimentamos su paz transformadora.

“En ti confiarán los que conocen tu nombrePor cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”

— Salmos 9:10

El versículo de Salmos 9:10 dice: “En ti confiarán los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, no abandonas a los que te buscan.” Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y entregarle nuestros problemas. Al conocer y entender el carácter de Dios, podemos confiar plenamente en que Él nunca nos dejará solos. Al buscarlo sinceramente, encontramos paz y seguridad, sabiendo que Él es fiel y siempre está dispuesto a ayudarnos en nuestras dificultades.

“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, no se cansarán; caminarán, no se fatigarán”

— Isaías 40:31

Isaías 40:31 dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y entregar nuestros problemas a Él. Cuando lo hacemos, Dios renueva nuestras fuerzas y nos da la capacidad de superar las dificultades. Como las águilas que se elevan por encima de las tormentas, encontramos en Dios la fortaleza para avanzar sin cansarnos, confiando plenamente en Su poder y provisión.

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”

— 1 Corintios 10:13

1 Corintios 10:13 nos recuerda que Dios es fiel y no permitirá que enfrentemos tentaciones o problemas más allá de lo que podamos soportar. Siempre provee una salida para que podamos resistir. Este versículo nos invita a confiar en Dios y entregarle nuestras cargas, sabiendo que Él está a nuestro lado y nos brinda la fuerza necesaria para superar cualquier desafío. Al entregar nuestros problemas a Dios, encontramos paz y fortaleza en Su fidelidad y amor.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”

— Salmos 23:1

El Salmo 23:1 dice: “El Señor es mi pastor; nada me faltará”. Este versículo nos invita a confiar en Dios como un pastor que cuida de sus ovejas. Nos recuerda que, al entregarle nuestros problemas a Dios, podemos encontrar paz y seguridad, sabiendo que Él proveerá para nuestras necesidades. Al confiar plenamente en Su guía y protección, podemos descansar en la certeza de que no nos faltará nada esencial, ya que Él está a nuestro lado.

“Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente sin reproche, le será dada”

— Santiago 1:5

El versículo de Santiago 1:5 nos recuerda que cuando enfrentamos problemas o necesitamos sabiduría, debemos acudir a Dios en busca de orientación. Este versículo nos alienta a entregar nuestras preocupaciones a Dios, confiando en que Él nos dará la sabiduría necesaria para enfrentar cualquier situación. Al pedirle a Dios con fe, sin dudar, podemos estar seguros de que Él nos brindará la claridad y el entendimiento que necesitamos, porque Él da generosamente a todos sin reproche.

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”

— Hebreos 4:16

Hebreos 4:16 nos invita a acercarnos confiadamente al trono de la gracia, recordándonos que Dios está siempre dispuesto a escucharnos y ayudarnos en nuestras necesidades. Este versículo enfatiza la importancia de entregar nuestros problemas a Dios, confiando en su misericordia y amor incondicional. Al acudir a Él con fe, encontramos el apoyo y la fortaleza necesarios para enfrentar cualquier desafío. Nos recuerda que no estamos solos y que siempre podemos contar con el socorro divino en momentos de dificultad.

“Aunque afligido yo necesitadoJehová pensará en míMi ayuda mi libertador eres túDios mío, no te tardes”

— Salmos 40:17

El versículo de Salmos 40:17 dice: “Aunque afligido yo y necesitado, el Señor pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.” Este versículo nos recuerda que, incluso en momentos de angustia y necesidad, podemos confiar en que Dios está atento a nuestras circunstancias. Nos anima a entregar nuestros problemas a Él, sabiendo que es nuestro ayuda y libertador. Al confiar en Dios, encontramos consuelo y esperanza, seguros de que Él no nos abandonará.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”

— Romanos 12:2

Romanos 12:2 nos exhorta a no conformarnos a los patrones de este mundo, sino a ser transformados mediante la renovación de nuestra mente. Este versículo nos invita a entregar nuestros problemas a Dios, confiando en Su voluntad perfecta. Al renovar nuestra mente y alinearnos con Su verdad, podemos discernir y aceptar Su propósito para nuestras vidas. Al hacerlo, encontramos paz y dirección divina, permitiéndonos soltar nuestras cargas y confiar plenamente en el plan de Dios.

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, en el poder de su fuerza”

— Efesios 6:10

El versículo de Efesios 6:10 dice: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza”. Este versículo nos recuerda la importancia de confiar en Dios para encontrar fortaleza y superar las dificultades. Al entregar nuestros problemas a Dios, reconocemos que no podemos enfrentarlos solos y necesitamos su poder divino. Al confiar en su fuerza, podemos enfrentar cualquier desafío, sabiendo que Él está con nosotros, guiándonos y sosteniéndonos en todo momento.

“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblosDerramad delante de él vuestro corazónDios es nuestro refugio. Selah”

— Salmos 62:8

El Salmo 62:8 nos invita a confiar en Dios en todo momento y a abrir nuestro corazón a Él, especialmente en momentos de angustia. Este versículo nos recuerda que Dios es nuestro refugio y fortaleza, y nos anima a entregarle nuestros problemas y preocupaciones. Al hacerlo, encontramos paz y consuelo, sabiendo que Él es capaz de sostenernos y guiarnos. Confiar en Dios implica depositar en Él nuestras cargas, seguros de que Él cuidará de nosotros.

“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, el cuerpo más que el vestido?”

— Mateo 6:25

Mateo 6:25 nos invita a dejar de lado las preocupaciones materiales y confiar en la providencia divina. Jesús nos recuerda que la vida es más que las necesidades básicas como la comida o la ropa. Al entregar nuestros problemas a Dios, reconocemos que Él cuida de nosotros y nos provee en cada situación. Este versículo nos anima a vivir con fe, sabiendo que Dios conoce nuestras necesidades y está dispuesto a ayudarnos, liberándonos de la ansiedad y el estrés.

“Te haré entender, te enseñaré el camino en que debes andarSobre ti fijaré mis ojos”

— Salmos 32:8

El versículo bíblico de Salmo 32:8 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”. Este versículo nos recuerda que Dios está siempre presente para guiarnos y aconsejarnos en momentos difíciles. Al entregar nuestros problemas a Dios, confiamos en su sabiduría y dirección. Él nos promete no solo mostrarnos el camino correcto, sino también vigilarnos con amor y cuidado mientras lo recorremos.

“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”

— Isaías 43:2

Isaías 43:2 dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Este versículo nos recuerda que, al entregar nuestros problemas a Dios, no estamos solos en nuestras dificultades. Dios promete acompañarnos y protegernos, sin importar la magnitud de los desafíos que enfrentemos. Confiar en su presencia y cuidado nos brinda paz y fortaleza.

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”

— Juan 16:33

Juan 16:33 es un versículo poderoso en el que Jesús ofrece consuelo y esperanza. Él dice: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Este versículo nos recuerda que aunque enfrentemos dificultades y problemas en la vida, podemos encontrar verdadera paz al entregar nuestras preocupaciones a Dios. Jesús nos asegura que, a pesar de las pruebas, Él ha superado el mundo y en Él podemos encontrar fortaleza y consuelo.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor de dominio propio”

— 2 Timoteo 1:7

2 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Este versículo nos recuerda que Dios nos equipa con fortaleza y valentía para enfrentar nuestras dificultades. En lugar de dejarnos abrumar por el miedo o la ansiedad, podemos confiar en el poder y amor divino para superar los desafíos. Al entregar nuestros problemas a Dios, encontramos la paz y el control necesarios para manejarlos con sabiduría y confianza.

“Alzaré mis ojos a los montes¿De dónde vendrá mi socorro?Mi socorro viene de JehováQue hizo los cielos la tierra”

— Salmos 121:1-2

El Salmo 121:1-2 dice: “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.” Este versículo nos recuerda que, en momentos de dificultad y angustia, debemos dirigir nuestra mirada hacia Dios, quien es el creador del universo y nuestra fuente de ayuda y fortaleza. Al entregar nuestros problemas a Él, confiamos en su poder y amor para guiarnos y sostenernos en cualquier circunstancia.

“Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca”

— Lamentaciones 3:25

El versículo Lamentaciones 3:25 dice: “Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca”. Este versículo nos recuerda que Dios es bondadoso y está dispuesto a ayudar a quienes confían en Él. Cuando entregamos nuestros problemas a Dios y buscamos Su guía, podemos encontrar paz y esperanza en medio de las dificultades. Al esperar pacientemente en Él, reconocemos Su poder y sabiduría, confiando en que Él nos guiará hacia la solución adecuada.

“Buscad a Jehová su poderBuscad su rostro continuamente”

— 1 Crónicas 16:11

1 Crónicas 16:11 dice: “Buscad al Señor y su poder; buscad siempre su rostro.” Este versículo nos invita a dirigirnos a Dios en busca de fuerza y guía. En tiempos de dificultad, en lugar de cargar con nuestros problemas solos, debemos entregarlos a Dios, confiando en su poder y sabiduría. Buscar su rostro continuamente significa mantener una relación constante con Él, reconociendo que su presencia es un refugio y fuente de paz en medio de las adversidades.

“El que habita al abrigo del AltísimoMorará bajo la sombra del Omnipotente”

— Salmos 91:1

El Salmo 91:1 dice: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente”. Este versículo nos invita a confiar plenamente en Dios, entregándole nuestras preocupaciones y problemas. Al habitar en Su presencia, encontramos refugio y protección. Nos recuerda que, al buscar la cercanía con Dios, podemos descansar en Su poder y amor, sabiendo que Él cuida de nosotros en todo momento. Es un llamado a vivir con fe y confianza en Su divina protección.

“Mira que te mando que te esfuerces seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”

— Josué 1:9

Joshua 1:9 es un recordatorio poderoso de la presencia constante de Dios en nuestras vidas. Este versículo nos insta a ser fuertes y valientes, confiando en que Dios está siempre con nosotros, sin importar los desafíos que enfrentemos. Al entregar nuestros problemas a Dios, encontramos paz y fortaleza, sabiendo que no estamos solos. Este versículo nos anima a dejar de lado el miedo y la ansiedad, confiando plenamente en el acompañamiento y apoyo divino en cada paso de nuestro camino.

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”

— Hebreos 13:5

Hebreos 13:5 nos recuerda que debemos vivir libres de la avaricia y estar contentos con lo que tenemos, pues Dios ha prometido: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré”. Este versículo nos invita a confiar plenamente en Dios, entregándole nuestras preocupaciones y problemas, sabiendo que Él siempre estará con nosotros. Su presencia constante nos da seguridad y paz, permitiéndonos vivir con confianza en su provisión y cuidado, sin temor al futuro.

“Invócame en el día de la angustiaTe libraré, tú me honrarás”

— Salmos 50:15

El versículo bíblico de Salmo 50:15 dice: “E invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.” Este versículo resalta la importancia de entregar nuestros problemas a Dios. Nos invita a buscar a Dios en momentos de dificultad, prometiendo que Él nos liberará. Al confiar en Su poder y misericordia, no solo encontramos alivio, sino que también honramos a Dios al reconocer Su intervención y apoyo en nuestras vidas.