41 Versículos de la Biblia sobre el cielo y el infierno

“Irán estos al castigo eterno, los justos a la vida eterna”

— Mateo 25:46

Mateo 25:46 dice: “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Este versículo aborda el destino final de la humanidad, enfatizando la dualidad entre el cielo y el infierno. En el contexto del juicio final, Jesús describe cómo las acciones de las personas determinan su destino eterno. Los justos, aquellos que han vivido de acuerdo con los mandamientos de Dios, recibirán la recompensa de la vida eterna, mientras que los injustos enfrentarán el castigo eterno. Este pasaje destaca la importancia de vivir una vida de fe y rectitud.

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”

— Apocalipsis 21:4

El versículo de Apocalipsis 21:4 ofrece una visión esperanzadora del cielo, donde Dios enjugará toda lágrima y no habrá más muerte, llanto ni dolor. Este pasaje contrasta con la realidad del infierno, que representa sufrimiento y separación de Dios. El versículo resalta la promesa de un futuro sin sufrimiento para aquellos que eligen seguir a Dios, enfatizando su amor y la redención final. Es un recordatorio del consuelo y paz eternos que esperan en el cielo.

“En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, vio de lejos a Abraham, a Lázaro en su seno”

— Lucas 16:23

Lucas 16:23 es parte de la parábola del rico y Lázaro, donde se describe el destino del rico tras su muerte. En este versículo, el hombre rico se encuentra en el Hades, en tormentos, levantando sus ojos para ver a Lázaro en el seno de Abraham. Esta escena ilustra la realidad del infierno como un lugar de sufrimiento y separación de Dios, contrastando con el consuelo y la paz que se experimentan en el cielo. La parábola nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y prioridades en la vida terrenal.

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”

— Juan 14:2

Juan 14:2 dice: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.” Este versículo ofrece consuelo y esperanza, asegurando a los creyentes que hay un lugar preparado para ellos en el cielo. Jesús promete un hogar eterno en la presencia de Dios, destacando la abundancia y el cuidado divino. Es un recordatorio de la promesa de vida eterna y la cercanía con el Padre celestial.

“Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor de la gloria de su poder”

— 2 Tesalonicenses 1:9

2 Tesalonicenses 1:9 habla sobre el destino de aquellos que no conocen a Dios y no obedecen el evangelio: enfrentarán una “destrucción eterna, excluidos de la presencia del Señor”. Este versículo subraya la gravedad de rechazar a Dios, contrastando la gloria del cielo con la separación eterna de Él en el infierno. Destaca la justicia divina y la importancia de vivir en obediencia a Dios para experimentar la vida eterna en Su presencia.

“La muerte el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda”

— Apocalipsis 20:14

Apocalipsis 20:14 dice: “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” Este versículo describe el juicio final, donde la muerte y el Hades (el lugar de los muertos) son destruidos permanentemente en el lago de fuego, simbolizando la victoria definitiva de Dios sobre el pecado y la muerte. En el contexto de temas sobre el cielo y el infierno, este pasaje resalta la esperanza de la vida eterna en el cielo para los creyentes y el destino final de los malvados.

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, espacioso el camino que lleva a la perdición, muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, angosto el camino que lleva a la vida, pocos son los que la hallan”

— Mateo 7:13-14

Mateo 7:13-14 aborda el tema del camino hacia la salvación y la perdición. Jesús describe dos caminos: uno ancho que lleva a la destrucción y es transitado por muchos, y uno estrecho que lleva a la vida eterna, pero pocos lo encuentran. Este pasaje ilustra la importancia de elegir sabiamente el camino de la fe y la obediencia a Dios, destacando la dificultad y el compromiso necesarios para alcanzar el cielo, en contraste con la facilidad de caer en el pecado y la condenación.

“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”

— Apocalipsis 21:8

Revelation 21:8 describe las consecuencias del pecado y el destino de los impíos, contrastando el futuro de los justos en el cielo con el castigo eterno en el infierno. El versículo enumera a aquellos que no heredarán el reino de Dios, enfatizando la gravedad de vivir en oposición a los mandamientos divinos. Este pasaje subraya la importancia de la fe, la rectitud y el arrepentimiento, recordando a los creyentes la promesa de la vida eterna para los fieles y la advertencia del juicio para los rebeldes.

“Los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro el crujir de dientes”

— Mateo 13:50

Mateo 13:50 describe el destino de los malvados en el juicio final, donde serán arrojados al “horno de fuego”. Este versículo subraya la realidad del infierno como un lugar de sufrimiento y separación de Dios. Al abordar el tema del cielo y el infierno, este pasaje destaca la importancia de vivir una vida alineada con los principios divinos. Es un recordatorio solemne de las consecuencias eternas de nuestras elecciones y la necesidad de buscar la salvación a través de Cristo.

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”

— Filipenses 3:20

Filipenses 3:20 dice: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo”. Este versículo nos recuerda que, como creyentes, nuestra verdadera pertenencia no es terrenal, sino celestial. Nos invita a centrar nuestras vidas en la esperanza del regreso de Cristo, quien nos llevará a nuestro hogar eterno. En el contexto de la discusión sobre el cielo y el infierno, subraya la promesa de vida eterna en el cielo para aquellos que siguen a Jesús.

“No habrá allí más noche; no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; reinarán por los siglos de los siglos”

— Apocalipsis 22:5

Revelation 22:5 describe una visión del cielo en la que no habrá más noche y no será necesaria la luz de lámpara ni la del sol, porque el Señor Dios iluminará a sus habitantes, quienes reinarán por los siglos de los siglos. Este versículo resalta la gloria eterna y la presencia constante de Dios en el cielo, contrastando con las imágenes de oscuridad y separación de Dios que se asocian con el infierno. Es un mensaje de esperanza y promesa de vida eterna en la presencia divina.

“Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”

— Mateo 13:43

Mateo 13:43 dice: “Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.” Este versículo muestra la recompensa celestial para los justos, quienes, tras el juicio final, brillarán con gloria en el reino de Dios. Contrapone el destino de los justos con el de los malvados, destacando el cielo como un lugar de luz y gloria eterna, en contraste con la oscuridad del infierno. Es una llamada a vivir en justicia y escuchar el mensaje divino.

“El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre”

— Apocalipsis 14:11

Revelation 14:11 describe el tormento eterno de aquellos que adoran a la bestia y su imagen, destacando la gravedad del castigo en el infierno. Este versículo contrasta con las promesas de paz y gozo eterno en el cielo para los fieles. Refleja la dualidad del destino eterno en la Biblia, subrayando la importancia de la elección y la fidelidad a Dios. Es un llamado a la reflexión sobre las consecuencias espirituales de nuestras acciones y creencias.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”

— Juan 3:16

Juan 3:16 es uno de los versículos más conocidos de la Biblia, y destaca el amor de Dios por la humanidad. Dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Este versículo encapsula el núcleo del mensaje cristiano: la salvación y la vida eterna son posibles a través de la fe en Jesucristo. En el contexto del cielo y el infierno, subraya que la fe en Jesús es el camino hacia el cielo y la vida eterna, evitando la perdición.

“Antes bien, como está escritoCosas que ojo no vio, ni oído oyóNi han subido en corazón de hombreSon las que Dios ha preparado para los que le aman”

— 1 Corintios 2:9

1 Corintios 2:9 dice: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Este versículo destaca la incomprensible magnitud de las bendiciones y maravillas que Dios tiene reservadas para aquellos que lo aman, insinuando el esplendor del cielo. Nos recuerda que las promesas divinas superan cualquier experiencia terrenal, ofreciendo esperanza a los creyentes sobre el futuro eterno que les espera.

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”

— Romanos 6:23

Romanos 6:23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Este versículo resalta el contraste entre las consecuencias del pecado y el regalo de la salvación. El pecado lleva a la muerte espiritual, simbolizando el infierno y la separación eterna de Dios. Sin embargo, Dios ofrece la vida eterna, que representa el cielo, a través de la fe en Jesucristo. Este versículo subraya la esperanza y redención disponibles para todos en Cristo.

“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”

— Apocalipsis 21:27

Apocalipsis 21:27 dice: “No entrará en ella ninguna cosa impura, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” Este versículo se refiere a la Nueva Jerusalén, simbolizando el cielo. Destaca que solo quienes han sido purificados y están inscritos en el libro de la vida, es decir, quienes han aceptado a Cristo, podrán entrar. Resalta la pureza y santidad del cielo, donde el mal y la mentira no tienen lugar.

“Saldrán, verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, serán abominables a todo hombre”

— Isaías 66:24

Isaías 66:24 describe una vívida imagen del juicio final, mostrando el destino de aquellos que se rebelan contra Dios. Este versículo contrasta con las promesas de salvación y vida eterna para los justos, reflejando la realidad del infierno como un lugar de sufrimiento eterno. En el contexto de versículos sobre el cielo y el infierno, destaca la importancia de elegir el camino de la justicia y la fe, enfatizando las consecuencias de nuestras decisiones espirituales.

“Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”

— Mateo 5:12

Mateo 5:12 dice: “Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”. Este versículo anima a los creyentes a mantenerse firmes en su fe, incluso frente a la persecución, prometiendo una gran recompensa en el cielo. Al conectar el sufrimiento presente con la gloria futura, resalta la esperanza y el consuelo que ofrece la vida eterna. Es un recordatorio de que el cielo es un lugar de recompensa para aquellos que perseveran en la fe.

“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”

— Lucas 10:20

En Lucas 10:20, Jesús les recuerda a sus discípulos que no deben regocijarse principalmente por el poder que tienen sobre los espíritus malignos, sino porque sus nombres están escritos en el cielo. Este versículo destaca la importancia de la salvación y la vida eterna en el cielo, subrayando que el verdadero motivo de alegría es pertenecer al reino de Dios. Nos invita a centrar nuestra esperanza en la promesa celestial, en lugar de en los logros terrenales.

“Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro el crujir de dientes”

— Mateo 8:12

Mateo 8:12 dice: “mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Este versículo ilustra la realidad del juicio y el castigo eterno para aquellos que rechazan a Dios, contrastando con la promesa del cielo para los fieles. Aunque el contexto inmediato se refiere a la falta de fe de algunos israelitas, el mensaje es universal, advirtiendo sobre las consecuencias de la incredulidad y la importancia de la fe verdadera para entrar en el reino de los cielos.

“El diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego azufre, donde estaban la bestia el falso profeta; serán atormentados día noche por los siglos de los siglos”

— Apocalipsis 20:10

Apocalipsis 20:10 describe el destino final del diablo, la bestia y el falso profeta, quienes serán arrojados al lago de fuego y azufre para ser atormentados por la eternidad. Este versículo resalta la victoria definitiva de Dios sobre el mal, mostrando que el juicio divino es justo e ineludible. En el contexto del cielo e infierno, enfatiza la existencia de un castigo eterno para las fuerzas del mal, contrastando con la promesa de vida eterna para los creyentes en el cielo.

“Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”

— Marcos 9:43

Marcos 9:43 aborda la seriedad del pecado y las consecuencias eternas que puede tener. Jesús utiliza una metáfora impactante para enfatizar la importancia de evitar el pecado a toda costa, incluso si eso significa hacer sacrificios dolorosos. El versículo advierte sobre el infierno como un destino real y serio, sugiriendo que es preferible perder algo valioso en esta vida que arriesgar la vida eterna. Este pasaje subraya la urgencia de la pureza espiritual y la preparación para el cielo.

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos tierra nueva, en los cuales mora la justicia”

— 2 Pedro 3:13

2 Pedro 3:13 dice: “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” Este versículo refleja la esperanza cristiana en un futuro renovado por Dios, donde la justicia prevalece. En el contexto de cielos e infierno, contrasta la promesa de un destino glorioso para los justos con la separación del mal. Nos invita a vivir con fe y anticipación, confiando en las promesas divinas de un mundo transformado y perfecto.

“Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, otros para vergüenza confusión perpetua”

— Daniel 12:2

Daniel 12:2 es un versículo clave que aborda el tema del destino eterno del alma, mencionando tanto el cielo como el infierno. Este pasaje profético describe la resurrección de los muertos, afirmando que algunos despertarán para “vida eterna” mientras que otros enfrentarán “vergüenza y confusión perpetua”. Este versículo subraya la dualidad del juicio final y la importancia de las decisiones espirituales en la vida terrenal, enfatizando el destino eterno que aguarda a cada individuo según sus acciones y fe.

“Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”

— Hebreos 11:16

Hebreos 11:16 dice: “Pero anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, porque les ha preparado una ciudad.” Este versículo habla del deseo de los fieles de alcanzar un hogar celestial, destacando su fe en las promesas divinas. Contrasta con las realidades terrenales temporales, subrayando la esperanza en el cielo. Dios, reconociendo su fe, les prepara un lugar eterno, reafirmando su relación con ellos como su Dios.

“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”

— Juan 5:28-29

Juan 5:28-29 aborda el tema de la resurrección y el juicio final. En estos versículos, Jesús explica que llegará un momento en el que todos los muertos oirán su voz y resucitarán: aquellos que hicieron el bien resucitarán para la vida eterna, mientras que los que hicieron el mal resucitarán para condenación. Este pasaje ofrece una visión clara del cielo y el infierno, enfatizando la justicia divina y las consecuencias de nuestras acciones en la vida eterna.

“Juntamente con él nos resucitó, asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús”

— Efesios 2:6

Efesios 2:6 dice: “Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.” Este versículo resalta la promesa de vida eterna y unión con Cristo. Al ser resucitados con Él, los creyentes experimentan una transformación espiritual que los eleva a una posición celestial. Esta realidad espiritual ofrece esperanza y seguridad sobre el destino eterno de los creyentes, subrayando la victoria sobre el pecado y la muerte, y la participación en la gloria celestial junto a Jesús.

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”

— Colosenses 3:2

Colosenses 3:2 nos exhorta a centrar nuestra mente en las cosas celestiales en lugar de enfocarnos en las terrenales. Este versículo subraya la importancia de dirigir nuestros pensamientos y deseos hacia lo eterno y divino, en lugar de lo pasajero y mundano. En el contexto de los versículos sobre el cielo y el infierno, nos recuerda que nuestra verdadera ciudadanía está en el cielo, y que debemos vivir con una perspectiva eterna, buscando agradar a Dios y prepararnos para la vida eterna con Él.

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, mi nombre nuevo”

— Apocalipsis 3:12

Apocalipsis 3:12 dice: “Al que salga vencedor lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo, y mi nuevo nombre”. Este versículo promete una recompensa eterna a los fieles, simbolizada por ser una “columna” en el templo celestial. Habla de seguridad, pertenencia y la promesa de una nueva identidad en la nueva Jerusalén, representando el cielo.

“Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies manos, echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro el crujir de dientes”

— Mateo 22:13

Mateo 22:13 se encuentra en la parábola del banquete de bodas, donde un invitado es expulsado por no llevar el atuendo adecuado. Este versículo ilustra el juicio y la separación final en el reino de Dios, simbolizando cómo aquellos que no están preparados o que rechazan la invitación de Dios enfrentarán consecuencias. En el contexto de temas sobre el cielo y el infierno, destaca la importancia de aceptar la salvación y estar espiritualmente listos para el reino de los cielos, evitando el castigo eterno.

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, así estaremos siempre con el Señor”

— 1 Tesalonicenses 4:16-17

1 Tesalonicenses 4:16-17 es un pasaje que ofrece esperanza y consuelo sobre el destino de los creyentes. Describe el regreso de Cristo, cuando descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego, los que estén vivos serán arrebatados junto a ellos para encontrarse con el Señor en el aire. Este versículo subraya la promesa de vida eterna y unión con Cristo, ofreciendo una visión del cielo como un lugar de reunión y gozo eterno para los creyentes.

“Me mostrarás la senda de la vidaEn tu presencia hay plenitud de gozoDelicias a tu diestra para siempre”

— Salmos 16:11

El Salmo 16:11 dice: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre”. Este versículo resalta la promesa de Dios de guiarnos hacia la vida eterna y la alegría completa que se encuentra en Su presencia. En el contexto del cielo e infierno, este pasaje enfatiza el gozo eterno y las bendiciones que se experimentan en el cielo, contrastando con la separación de Dios que representa el infierno.

“No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma el cuerpo en el infierno”

— Mateo 10:28

Mateo 10:28 dice: “No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno”. Este versículo subraya la importancia de tener una perspectiva eterna. Nos recuerda que nuestras preocupaciones terrenales deben ser secundarias a nuestra relación con Dios. El verdadero temor debe estar dirigido a Dios, quien tiene el poder sobre nuestro destino eterno, tanto en el cielo como en el infierno.

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”

— Romanos 8:18

Romanos 8:18 dice: “Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada”. Este versículo ofrece esperanza y perspectiva sobre las dificultades terrenales, recordándonos que el sufrimiento actual es temporal y menor en comparación con la gloria eterna que nos espera en el cielo. En el contexto de los versículos sobre el cielo y el infierno, subraya la promesa de una recompensa celestial que supera cualquier prueba terrenal.

“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”

— 1 Pedro 1:4

1 Pedro 1:4 habla de una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para los creyentes. Este versículo destaca la promesa de un futuro eterno y glorioso para quienes siguen a Cristo. En el contexto de los versículos sobre el cielo y el infierno, resalta el contraste entre la recompensa celestial y la condenación eterna. La seguridad de esta herencia celestial ofrece esperanza y motivación para vivir una vida de fe y obediencia, confiando en la fidelidad de Dios.

“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”

— Juan 17:24

Juan 17:24 es una parte de la oración de Jesús en la que expresa su deseo de que sus seguidores estén con Él en el cielo, para contemplar su gloria y amor eterno. Este versículo refleja la promesa del cielo como un lugar de comunión eterna con Dios, contrastando con la separación y el sufrimiento del infierno. Jesús anhela que sus discípulos experimenten la plenitud de su amor y gloria, destacando la esperanza y el destino final de los creyentes en la presencia divina.

“Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos”

— 2 Corintios 5:1

2 Corintios 5:1 nos ofrece una poderosa reflexión sobre la esperanza cristiana respecto al cielo. El versículo compara nuestro cuerpo terrenal con una “tienda” temporal, mientras que el cielo se describe como un “edificio” eterno construido por Dios. Esta metáfora enfatiza la transitoriedad de la vida terrenal y la promesa de una existencia eterna y gloriosa en la presencia de Dios. En el contexto de versículos sobre el cielo e infierno, este pasaje reafirma la certeza de un destino celestial para los creyentes.

“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo sus ángeles”

— Mateo 25:41

Mateo 25:41 es un versículo que aborda el tema del juicio final y el destino eterno. En este pasaje, Jesús habla sobre el momento en que separará a los justos de los malvados, enviando a estos últimos al “fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”. Este versículo destaca la realidad del infierno como un lugar de castigo eterno para aquellos que rechazan a Dios. Contrasta con la promesa del cielo para los fieles, enfatizando la importancia de nuestras elecciones espirituales en la vida terrenal.

“La bestia fue apresada, con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre”

— Apocalipsis 19:20

Revelación 19:20 describe la derrota final de la bestia y el falso profeta, quienes son capturados y arrojados al lago de fuego ardiendo con azufre. Este versículo simboliza el juicio divino y la victoria de Dios sobre el mal. En el contexto de versículos sobre el cielo y el infierno, destaca la realidad del castigo eterno para aquellos que se oponen a Dios. Contrasta con la promesa del cielo, un lugar de recompensa eterna para los fieles, subrayando la importancia de elegir el camino correcto.