41 Versículos de la Biblia sobre la misión de la iglesia

“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”

— Mateo 28:19-20

El versículo bíblico Mateo 28:19-20 es conocido como la Gran Comisión, donde Jesús instruye a sus discípulos a ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que Él ha mandado. Este pasaje resalta la misión fundamental de la iglesia: compartir el evangelio, guiar a otros a la fe cristiana y educarlos en las enseñanzas de Jesús, asegurando su presencia continua con los creyentes.

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra”

— Hechos 1:8

Hechos 1:8 es un versículo clave que resalta la misión de la iglesia. En él, Jesús promete a sus discípulos que recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ellos y serán sus testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra. Este versículo enfatiza el llamado a difundir el evangelio y ser testigos de Cristo en todas partes, destacando la importancia del Espíritu Santo como guía y fuente de fortaleza en la misión evangelizadora de la iglesia.

“Les dijo: Id por todo el mundo predicad el evangelio a toda criatura”

— Marcos 16:15

El versículo de Marcos 16:15 dice: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Este versículo destaca la misión central de la iglesia: llevar el mensaje de Jesucristo a todas las personas, sin excepción. Es un llamado a la acción y al compromiso con la evangelización, recordando a los creyentes su responsabilidad de compartir las buenas nuevas de salvación y esperanza en todo el mundo, reflejando el amor y la compasión de Cristo.

“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío”

— Juan 20:21

Juan 20:21 dice: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros; como me envió el Padre, así también yo os envío”. Este versículo destaca la misión de la iglesia, enfatizando que, al igual que Jesús fue enviado por el Padre, los seguidores de Cristo también son enviados al mundo. La iglesia está llamada a continuar la obra de Jesús, llevando su mensaje de amor, paz y redención a todas las naciones. Esta comisión subraya la responsabilidad de cada creyente de ser un testigo activo del evangelio.

“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿cómo oirán sin haber quien les predique? ¿cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas”

— Romanos 10:14-15

Romanos 10:14-15 resalta la importancia de la misión de la iglesia en la proclamación del Evangelio. El apóstol Pablo plantea preguntas retóricas para enfatizar que la fe viene por el oír, y el oír por la predicación de Cristo. La iglesia es llamada a enviar mensajeros para compartir las buenas nuevas, cumpliendo así su misión fundamental. Este pasaje subraya la necesidad de evangelizar y el valor de aquellos que llevan el mensaje de salvación al mundo, describiéndolos como portadores de buenas noticias.

“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”

— Mateo 5:14-16

El pasaje de Mateo 5:14-16 destaca la misión de la iglesia como luz del mundo. Jesús instruye a sus seguidores a ser como una ciudad en lo alto de una colina, visible para todos, y a no esconder su luz. La iglesia está llamada a reflejar la luz de Cristo, impactando positivamente a la sociedad con sus acciones y enseñanzas. Al hacerlo, glorifican a Dios y cumplen con su propósito de guiar a otros hacia Él, siendo testigos vivos de Su amor y verdad.

“Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan en las oracionesY sobrevino temor a toda persona; muchas maravillas señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, tenían en común todas las cosas; vendían sus propiedades sus bienes, lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. perseverando unánimes cada día en el templo, partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría sencillez de corazón, alabando a Dios, teniendo favor con todo el pueblo. el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”

— Hechos 2:42-47

Hechos 2:42-47 describe la vida de la iglesia primitiva, enfocándose en su dedicación a la enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y la oración. Estos versículos resaltan la misión de la iglesia como una comunidad unida en fe, compartiendo recursos, y testificando con gozo y sinceridad. Al vivir en armonía y servicio mutuo, la iglesia refleja el amor de Cristo, atrayendo a otros hacia la fe y cumpliendo su misión de extender el evangelio.

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

— 1 Pedro 2:9

1 Pedro 2:9 destaca la identidad y el propósito de los creyentes como “linaje escogido”, “real sacerdocio”, “nación santa” y “pueblo adquirido por Dios”. Este versículo subraya la misión de la iglesia de proclamar las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. La iglesia está destinada a ser un testimonio vivo del amor y la gracia de Dios, reflejando su luz en el mundo y cumpliendo su propósito divino en la tierra.

“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”

— Efesios 4:11-13

El pasaje de Efesios 4:11-13 destaca la misión de la iglesia al mencionar los roles de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Estos roles están destinados a equipar a los creyentes para el servicio, edificar el cuerpo de Cristo y promover la unidad y madurez en la fe. La iglesia, por tanto, tiene la misión de cultivar un ambiente donde los miembros crezcan espiritualmente, se fortalezcan en el conocimiento de Dios y trabajen juntos hacia la plenitud de Cristo.

“Todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”

— 2 Corintios 5:18-20

2 Corintios 5:18-20 destaca la misión de la iglesia como embajadora de Cristo en el mundo. Dios nos ha reconciliado consigo mismo a través de Cristo y nos ha encomendado el ministerio de la reconciliación. Como creyentes, tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje de la reconciliación con otros, llamándolos a ser reconciliados con Dios. Este pasaje nos recuerda que somos portavoces de Cristo, encargados de difundir su amor y gracia para restaurar la relación entre Dios y la humanidad.

“A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”

— Colosenses 1:28

Colosenses 1:28 dice: “A quien anunciamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”. Este versículo subraya la misión de la iglesia de proclamar a Cristo, instruir a las personas con sabiduría y guiarlas hacia la madurez espiritual. La iglesia debe esforzarse por ayudar a cada individuo a crecer en su fe y llegar a ser completo en Cristo, cumpliendo así su propósito de formar discípulos comprometidos y preparados.

“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíobreros a su mies”

— Mateo 9:37-38

Mateo 9:37-38 dice: “La cosecha es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su mies”. Este versículo resalta la misión de la iglesia de llevar el mensaje del evangelio al mundo. Jesús subraya la abundancia de personas necesitadas de guía espiritual y la escasez de quienes están dispuestos a trabajar en esta misión. Por ello, insta a orar para que Dios suscite más obreros comprometidos con la expansión de su reino.

“El Espíritu del Señor está sobre míPor cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobresMe ha enviado a sanar a los quebrantados de corazónA pregonar libertad a los cautivosY vista a los ciegosA poner en libertad a los oprimidosA predicar el año agradable del Señor”

— Lucas 4:18-19

Lucas 4:18-19 destaca la misión central de la iglesia a través de las palabras de Jesús, quien declara su propósito de traer buenas nuevas a los pobres, liberar a los cautivos, dar vista a los ciegos y liberar a los oprimidos. Este pasaje subraya el llamado de la iglesia a continuar la obra de Cristo, enfocándose en la compasión, la justicia y la restauración. La iglesia está llamada a ser un agente de transformación, llevando esperanza y sanación al mundo.

“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”

— Romanos 12:4-8

Romanos 12:4-8 destaca la diversidad y unidad dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia. Cada miembro tiene un papel único y dones específicos otorgados por Dios para cumplir la misión colectiva de la iglesia. Este pasaje subraya que, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y debemos usar nuestros dones, ya sea profecía, servicio, enseñanza, exhortación, generosidad, liderazgo o misericordia, para edificar a la comunidad y realizar la misión de compartir el amor y el evangelio de Cristo.

“Para que seáis irreprensibles sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”

— Filipenses 2:15

Filipenses 2:15 llama a los creyentes a ser “irreprensibles y sencillos” en un mundo “torcido y perverso”, brillando como “luminares”. Este versículo se alinea con la misión de la iglesia de ser un faro de luz y verdad en medio de las tinieblas. La iglesia está llamada a reflejar el carácter de Cristo en sus acciones, siendo testimonio vivo de su amor y justicia. Al vivir de esta manera, los creyentes cumplen su misión de impactar y transformar el mundo a su alrededor.

“Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, miembros cada uno en particular”

— 1 Corintios 12:27

1 Corintios 12:27 dice: “Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de vosotros es un miembro de ese cuerpo”. Este versículo subraya la misión de la iglesia como una comunidad unida en Cristo. Cada creyente tiene un papel único e importante dentro del cuerpo, contribuyendo al propósito y misión de la iglesia. La diversidad de dones y funciones es esencial para el funcionamiento armonioso y efectivo del cuerpo de Cristo en el mundo, reflejando la unidad y amor de Dios.

“Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada”

— 1 Tesalonicenses 1:8

1 Tesalonicenses 1:8 destaca el impacto de la fe de los tesalonicenses, que se ha difundido no solo en Macedonia y Acaya, sino en todas partes. Este versículo ilustra la misión de la iglesia de ser un faro de fe y testimonio para el mundo. La difusión del mensaje del evangelio a través del ejemplo de vida y acciones de sus miembros es fundamental. La iglesia está llamada a ser misionera, llevando el mensaje de amor y esperanza más allá de sus fronteras inmediatas.

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”

— 2 Timoteo 2:2

2 Timoteo 2:2 destaca la importancia de la transmisión fiel de la enseñanza cristiana. En este versículo, Pablo instruye a Timoteo a confiar las enseñanzas que ha recibido a personas confiables que, a su vez, puedan enseñarlas a otros. Este pasaje subraya la misión de la iglesia de preservar y difundir el mensaje del Evangelio a través de generaciones. La iglesia está llamada a formar discípulos comprometidos que continúen compartiendo la fe, asegurando así su crecimiento y continuidad en el tiempo.

“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”

— Tito 2:11-14

Tito 2:11-14 destaca la misión transformadora de la iglesia a través de la gracia de Dios. Este pasaje enseña que la gracia que trae salvación se manifiesta a todos, llamando a los creyentes a rechazar la impiedad y vivir vidas justas y piadosas. La misión de la iglesia es reflejar la redención que Cristo ha logrado, purificándose como un pueblo especial, celoso de buenas obras. Así, el versículo subraya la responsabilidad de la iglesia de ser un testimonio vivo de la esperanza y renovación en Cristo.

“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”

— Hebreos 10:24-25

Hebreos 10:24-25 nos invita a reflexionar sobre la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo en la misión de la iglesia. El versículo nos anima a motivarnos unos a otros hacia el amor y las buenas obras, subrayando la necesidad de congregarnos regularmente. Esta reunión no solo fortalece nuestra fe personal, sino que también nos permite cumplir con el propósito colectivo de la iglesia: ser un faro de esperanza y acción positiva en el mundo, reflejando el amor de Cristo a través de nuestras acciones conjuntas.

“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo ve a su hermano tener necesidad, cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho en verdad”

— 1 Juan 3:16-18

1 Juan 3:16-18 destaca el amor sacrificial de Cristo como modelo para la misión de la iglesia. Nos enseña que el verdadero amor se manifiesta en acciones concretas hacia los necesitados, no solo en palabras. La iglesia está llamada a reflejar este amor en su misión, cuidando de los demás y compartiendo recursos. Este pasaje nos desafía a vivir una fe genuina que se traduce en obras, impulsando a la comunidad a ser un agente activo de amor y transformación en el mundo.

“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, mayormente a los de la familia de la fe”

— Gálatas 6:9-10

Gálatas 6:9-10 nos exhorta a no cansarnos de hacer el bien, recordándonos que, a su debido tiempo, cosecharemos si no desmayamos. Este pasaje resalta la misión de la iglesia de actuar con bondad y servir a los demás, especialmente a los hermanos en la fe. Subraya la importancia de la perseverancia en nuestras acciones, reflejando el amor y la misericordia de Dios. La iglesia está llamada a ser un ejemplo de servicio incondicional, trabajando para el bien común y fortaleciendo la comunidad cristiana.

“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”

— Santiago 1:27

El versículo de Santiago 1:27 dice: “La religión pura y sin mácula delante de Dios, el Padre, es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” Este pasaje resalta la misión fundamental de la iglesia: practicar una fe auténtica mediante el cuidado de los más vulnerables y mantener la integridad moral. La verdadera devoción se demuestra a través de acciones compasivas y un compromiso sincero con la justicia y la pureza espiritual.

“Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”

— 1 Corintios 9:22-23

1 Corintios 9:22-23 resalta la adaptabilidad y el compromiso de Pablo en su misión de compartir el evangelio. Él se hace “todo para todos” para ganar a algunos para Cristo, demostrando que la misión de la iglesia implica empatía y flexibilidad para alcanzar a personas de diferentes contextos. Este enfoque refleja un amor abnegado y la disposición a sacrificar preferencias personales por el bien del evangelio, sirviendo de modelo para la iglesia en su tarea de evangelización y servicio al mundo.

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”

— Juan 13:34-35

Juan 13:34-35 dice: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”. Este versículo resalta la misión de la iglesia de ser un testimonio viviente del amor de Cristo. Al amarnos mutuamente, demostramos la esencia del mensaje de Jesús y cumplimos nuestra misión de ser luz en el mundo, mostrando el amor de Dios a través de nuestras acciones.

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”

— Efesios 2:19-22

Efesios 2:19-22 describe la misión de la iglesia como una comunidad unida bajo Cristo. Los creyentes, antes extranjeros, ahora son conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios. La iglesia se edifica sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo la piedra angular. Este pasaje resalta la importancia de la unidad y el crecimiento espiritual como cuerpo de Cristo, donde cada miembro contribuye a ser un templo santo en el Señor, habitado por el Espíritu Santo.

“Será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; entonces vendrá el fin”

— Mateo 24:14

Mateo 24:14 dice: “Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Este versículo destaca la misión fundamental de la iglesia: llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones. Es un llamado a la evangelización global, subrayando que la proclamación del evangelio es una señal esencial antes del cumplimiento de los tiempos. La iglesia es vista como una comunidad misionera, comprometida a compartir el amor y la verdad de Cristo universalmente.

“De esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escritoAquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, veránY los que nunca han oído de él, entenderán”

— Romanos 15:20-21

Romanos 15:20-21 refleja el deseo del apóstol Pablo de predicar el evangelio en lugares donde Cristo aún no ha sido anunciado. Su misión es llevar el mensaje de salvación a aquellos que no han oído hablar de Él, cumpliendo así el mandato de la iglesia de expandir el evangelio. Este pasaje subraya la importancia de la misión evangelizadora de la iglesia, inspirándonos a compartir el mensaje de Cristo con todos, especialmente en tierras no evangelizadas.

“Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna baluarte de la verdad”

— 1 Timoteo 3:15

1 Timoteo 3:15 destaca la misión de la iglesia como el “pilar y fundamento de la verdad”. Este versículo subraya la responsabilidad de la iglesia de sostener y proclamar la verdad del evangelio en el mundo. La iglesia, como comunidad de creyentes, está llamada a vivir de acuerdo con los principios de Cristo, reflejando su amor y justicia. En este contexto, la iglesia no solo se mantiene firme en la verdad, sino que también la difunde, siendo un faro de luz y guía para todos.

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria el imperio por los siglos de los siglos. Amén”

— 1 Pedro 4:10-11

1 Pedro 4:10-11 nos recuerda que cada miembro de la iglesia ha recibido dones únicos de Dios, los cuales deben ser utilizados para servir a los demás y glorificar a Dios. Este pasaje destaca la misión de la iglesia de ser un cuerpo unificado, donde cada persona contribuye con sus habilidades para fortalecer la comunidad y expandir el mensaje de Cristo. Al hablar y actuar, los creyentes deben reflejar la gracia y el poder de Dios, asegurándose de que todo se haga para Su gloria.

“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos himnos cánticos espirituales”

— Colosenses 3:16

Colosenses 3:16 dice: “Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza; instrúyanse y aconsejense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales, con gratitud de corazón a Dios.” Este versículo destaca la importancia de la enseñanza y el aprendizaje mutuo dentro de la comunidad de la iglesia. La misión de la iglesia incluye nutrir a sus miembros con la palabra de Cristo, promover la sabiduría y vivir en gratitud, fortaleciendo así su fe y unidad.

“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio”

— Filipenses 1:27

Filipenses 1:27 insta a los creyentes a vivir de una manera digna del evangelio de Cristo. En el contexto de la misión de la iglesia, este versículo enfatiza la importancia de la unidad y el testimonio colectivo. La iglesia está llamada a reflejar los valores del evangelio a través de la conducta de sus miembros, promoviendo la unidad y trabajando juntos por el avance del mensaje de Cristo. Esta misión se logra cuando la comunidad cristiana demuestra coherencia entre su fe y sus acciones.

“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”

— 2 Tesalonicenses 3:1

2 Tesalonicenses 3:1 dice: “Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros”. Este versículo resalta la importancia de la oración en la misión de la iglesia. Pablo pide a los tesalonicenses que oren para que el mensaje del Evangelio se difunda eficazmente y sea recibido con honor. La iglesia tiene la misión de proclamar la palabra de Dios, y la oración es fundamental para que esta misión tenga éxito y alcance a más personas.

“Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad”

— 3 Juan 1:8

3 Juan 1:8 destaca la importancia de apoyar a aquellos que trabajan en la misión de la iglesia. Este versículo nos insta a colaborar con los obreros que difunden el evangelio, subrayando el papel de cada creyente en el cumplimiento de la misión cristiana. Al ser “colaboradores con la verdad”, los miembros de la iglesia participan activamente en la expansión del mensaje de Cristo. Esta colaboración refleja el llamado a ser una comunidad unida en propósito y acción, impulsando la misión de la iglesia a través del apoyo mutuo y la hospitalidad.

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendoTe he puesto para luz de los gentilesA fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”

— Hechos 13:47

Hechos 13:47 dice: “Porque así nos ha mandado el Señor: ‘Te he puesto por luz para los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra'”. Este versículo refleja la misión de la iglesia de llevar el mensaje de salvación a todas las naciones. Al describir a los creyentes como “luz para los gentiles”, se enfatiza la responsabilidad de compartir el evangelio más allá de las fronteras culturales y geográficas, cumpliendo así el mandato divino de extender la salvación universalmente.

“Yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”

— Mateo 10:7-8

El versículo de Mateo 10:7-8 destaca la misión fundamental de la iglesia: proclamar el reino de los cielos y actuar con compasión y poder. Jesús instruye a sus discípulos a sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar demonios, todo gratuitamente, reflejando la gracia recibida. Este mandato enfatiza que la iglesia debe ser un agente activo de transformación y esperanza, extendiendo el amor y el poder de Dios en el mundo.

“Les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros a su mies”

— Lucas 10:2

Lucas 10:2 dice: “Y les decía: La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.” Este versículo destaca la misión de la iglesia de llevar el mensaje del evangelio al mundo. Jesús subraya la abundancia de personas necesitadas de escuchar su palabra y la escasez de quienes están dispuestos a compartirla. Nos llama a orar para que Dios inspire y envíe más trabajadores comprometidos a esta tarea crucial.

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, también al griego”

— Romanos 1:16

Romanos 1:16 dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Este versículo destaca la misión central de la iglesia: proclamar el evangelio sin temor. El evangelio es el medio por el cual Dios ofrece salvación a todos, sin distinción. La iglesia está llamada a ser un faro de esta verdad, llevando el mensaje de salvación y esperanza a todas las naciones, cumpliendo así su misión divina.

“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo”

— 1 Corintios 1:17

1 Corintios 1:17 dice: “Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.” Este versículo destaca la misión central de la iglesia: proclamar el evangelio de Cristo. Pablo enfatiza que su propósito no es realizar rituales, sino compartir el mensaje de salvación. La iglesia está llamada a centrarse en la simplicidad y el poder del evangelio, evitando distracciones que puedan desvirtuar la esencia de la cruz.

“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús”

— 2 Corintios 4:5

2 Corintios 4:5 destaca la esencia de la misión de la iglesia: proclamar a Jesucristo como Señor. Este versículo subraya que los creyentes no deben promoverse a sí mismos, sino servir a otros en el nombre de Cristo. La iglesia está llamada a reflejar la luz y el amor de Jesús, poniendo a Dios en el centro de su mensaje y acciones. Esta misión es un recordatorio de que el propósito principal es glorificar a Dios y guiar a las personas hacia una relación transformadora con Él.