40 Un versículo de la Biblia sobre olvidar el pasado

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, extendiéndome a lo que está delante”

— Filipenses 3:13

Filipenses 3:13 es un versículo donde el apóstol Pablo expresa su enfoque en el presente y el futuro, dejando atrás el pasado. Pablo dice: “Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está adelante”. Este versículo nos enseña la importancia de no quedar atrapados en nuestros errores o logros pasados, sino de avanzar hacia las metas que Dios tiene para nosotros. Es un llamado a vivir con propósito y determinación, confiando en el poder de Dios para guiarnos hacia un futuro mejor.

“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”

— Isaías 43:18

Isaías 43:18 nos invita a dejar atrás el pasado y a no aferrarnos a recuerdos antiguos. Este versículo enfatiza la importancia de liberarnos de las cadenas del pasado para poder ver las nuevas oportunidades que Dios tiene preparadas para nosotros. Al olvidar lo que ya ha pasado, abrimos nuestros corazones y mentes a la renovación y al cambio. Así, podemos avanzar con fe, confiando en que Dios está haciendo algo nuevo en nuestras vidas.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

— 2 Corintios 5:17

2 Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” Este versículo enfatiza el poder transformador de estar en Cristo. Al aceptar a Cristo, dejamos atrás nuestro pasado y comenzamos una nueva vida, liberados de las ataduras de errores y culpas anteriores. Nos invita a olvidar lo que fue y abrazar la renovación y esperanza que ofrece la fe, viviendo en la plenitud de la nueva creación que somos.

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso del pecado que nos asedia, corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”

— Hebreos 12:1

Hebreos 12:1 nos anima a dejar atrás las cargas y el pecado que nos agobian para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Este versículo nos invita a olvidar el pasado, desprendiéndonos de aquello que nos impide avanzar espiritualmente. Al fijar nuestros ojos en el propósito y mantener la fe, podemos superar obstáculos y vivir una vida plena en Cristo. Es un llamado a avanzar con determinación, dejando que Dios guíe nuestros pasos hacia un futuro renovado.

“Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”

— Lucas 9:62

Lucas 9:62 dice: “Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el reino de Dios”. Este versículo subraya la importancia de la dedicación total al seguir a Jesús. Olvidar el pasado significa no dejarse distraer por lo que dejamos atrás, sino enfocarnos en el camino que Dios tiene por delante. Mirar hacia atrás puede impedirnos avanzar y cumplir con nuestro propósito en el reino de Dios. Este llamado es a la fidelidad y al compromiso pleno con nuestra fe.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”

— Efesios 4:22

Efesios 4:22 nos insta a despojarnos del viejo yo, simbolizando la importancia de dejar atrás comportamientos y actitudes pasadas que no alinean con nuestro crecimiento espiritual. Este versículo nos recuerda que, al olvidar el pasado, podemos renacer y transformarnos en una nueva creación en Cristo. Al dejar atrás viejos hábitos, abrimos espacio para la renovación de nuestra mente y espíritu, permitiendo que el amor y la sabiduría divina guíen nuestras acciones y decisiones hacia un futuro más brillante.

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”

— Colosenses 3:2

Colosenses 3:2 nos insta a “poner la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Este versículo nos recuerda la importancia de enfocar nuestra mente y corazón en lo eterno, más allá de las preocupaciones terrenales. En el contexto de olvidar el pasado, nos anima a dejar atrás lo que nos ata y dirigir nuestra atención hacia lo que realmente importa: nuestra relación con Dios y su propósito para nuestras vidas, buscando siempre lo celestial y divino.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable perfecta”

— Romanos 12:2

Romanos 12:2 nos insta a no conformarnos a los patrones de este mundo, sino a ser transformados mediante la renovación de nuestra mente. Este versículo se relaciona con el tema de olvidar el pasado al enfatizar la importancia de dejar atrás viejas maneras de pensar y vivir. Al renovar nuestra mente, podemos liberarnos de las ataduras del pasado y abrirnos a la transformación que Dios desea en nuestras vidas, permitiéndonos vivir conforme a Su voluntad perfecta y buena.

“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”

— Mateo 6:34

El versículo Mateo 6:34 nos recuerda la importancia de vivir en el presente y confiar en la provisión divina. Nos aconseja no preocuparnos por el futuro, ya que cada día tiene sus propios desafíos. Al centrarnos en el presente, podemos liberar la carga del pasado y evitar la ansiedad por lo que vendrá. Este mensaje nos invita a tener fe en que Dios cuidará de nosotros, permitiéndonos avanzar sin el peso del ayer y con confianza en el mañana.

“Tus ojos miren lo rectoY diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante”

— Proverbios 4:25

Proverbios 4:25 dice: “Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante”. Este versículo nos invita a enfocar nuestra atención en el presente y en el futuro, dejando atrás el pasado. Al mantener la mirada fija en el camino correcto, nos recordamos la importancia de avanzar con determinación y propósito. Olvidar el pasado no significa ignorar las lecciones aprendidas, sino más bien liberarnos de lo que nos detiene, para así poder caminar hacia un futuro mejor y más pleno.

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia”

— 1 Pedro 1:14

1 Pedro 1:14 nos llama a vivir como hijos obedientes, dejando atrás los antiguos deseos que nos dominaban en la ignorancia. Este versículo nos invita a olvidar el pasado y a no dejarnos llevar por los impulsos que nos alejaban de una vida recta. En lugar de eso, debemos enfocarnos en nuestra nueva identidad en Cristo, transformando nuestra manera de vivir para reflejar la santidad y el propósito que Dios tiene para nosotros. Nos recuerda que el cambio es posible cuando dejamos atrás lo que éramos.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”

— Jeremías 29:11

Jeremías 29:11 es un versículo que ofrece esperanza y promesa de un futuro lleno de bienestar. Aunque el tema de tu contenido se centra en olvidar el pasado, este versículo complementa esa idea al recordarnos que Dios tiene planes de prosperidad y no de mal para nosotros, lo que nos anima a dejar atrás las preocupaciones y errores del pasado. Al confiar en estos planes divinos, podemos avanzar con confianza hacia un futuro prometedor, sabiendo que estamos bajo el cuidado amoroso de Dios.

“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos nueva tierra; de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”

— Isaías 65:17

Isaías 65:17 dice: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo pasado no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”. Este versículo nos ofrece una poderosa promesa de renovación y esperanza, asegurándonos que Dios traerá un futuro donde lo antiguo será olvidado. Nos invita a dejar atrás el pasado y a confiar en la transformación que Dios tiene preparada, enfocándonos en las cosas nuevas que nos esperan. Es un llamado a renacer y avanzar con fe.

“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, no me acordaré de tus pecados”

— Isaías 43:25

Isaías 43:25 dice: “Yo, yo soy el que borra tus transgresiones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.” Este versículo destaca el poder del perdón divino y la capacidad de Dios para olvidar nuestros errores pasados. Nos recuerda que, aunque hayamos fallado, Dios nos ofrece una nueva oportunidad, sin ser retenidos por nuestro pasado. Al olvidar nuestros pecados, Dios nos invita a avanzar con esperanza y renovación, confiando en su amor y misericordia infinitos.

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera hollada por los hombres”

— Mateo 5:13

Mateo 5:13 dice: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” Este versículo nos recuerda la importancia de mantener nuestra esencia y propósito como creyentes. Al olvidar el pasado y avanzar, debemos conservar nuestra integridad y misión. No podemos perder nuestro “sabor” o utilidad espiritual, pues estamos llamados a influir positivamente en el mundo.

“Renovaos en el espíritu de vuestra mente”

— Efesios 4:23

Efesios 4:23 nos insta a renovar nuestra mente y espíritu. Este versículo nos invita a dejar atrás las actitudes y pensamientos que nos atan al pasado, permitiéndonos ser transformados interiormente. Al olvidar el pasado, podemos abrirnos a una nueva vida en Cristo, en la que somos guiados por su verdad y amor. Este proceso de renovación nos capacita para vivir de acuerdo con el propósito divino, dejando atrás lo que nos impide crecer espiritualmente.

“Revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”

— Colosenses 3:10

Colosenses 3:10 nos insta a “revestirnos del nuevo ser, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador”. Este versículo nos anima a dejar atrás nuestro viejo yo y los errores del pasado, abrazando una nueva identidad en Cristo. Al renovar nuestra mente y espíritu, nos transformamos para reflejar mejor la imagen de Dios. Olvidar el pasado implica soltar lo que nos ata, permitiendo que el amor y la sabiduría divina nos guíen hacia un futuro lleno de propósito y esperanza.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”

— Gálatas 2:20

Gálatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Este versículo refleja una transformación profunda, dejando atrás la vida pasada y abrazando una nueva identidad en Cristo. Olvidar el pasado significa vivir en la libertad y el amor de Cristo, permitiendo que Él guíe cada aspecto de nuestra vida presente.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”

— Romanos 8:1

Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Este versículo ofrece esperanza y liberación del pasado. En Cristo, somos perdonados y liberados de la culpa, lo que nos permite avanzar sin cargas. Olvidar el pasado no significa ignorarlo, sino reconocer que en Cristo somos nuevas criaturas. Esta transformación nos permite vivir en libertad, confiando en Su gracia y dejando atrás las condenaciones que una vez nos ataron.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”

— 1 Juan 1:9

1 Juan 1:9 nos recuerda que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Este versículo nos ofrece una poderosa lección sobre dejar atrás el pasado. Al reconocer nuestras faltas y arrepentirnos, podemos experimentar el perdón de Dios, lo que nos permite soltar las cargas del pasado y avanzar renovados. Es un llamado a confiar en la misericordia divina y comenzar de nuevo con un corazón limpio y esperanzado.

“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”

— Romanos 6:6

Romanos 6:6 nos recuerda que nuestro viejo yo fue crucificado con Cristo, lo que significa que ya no estamos esclavizados al pecado. Este versículo resalta la importancia de dejar atrás nuestro pasado pecaminoso y abrazar la nueva vida que tenemos en Cristo. Olvidar el pasado implica liberarnos de las cadenas del pecado y vivir en la libertad que Dios nos ofrece. Al comprender esta transformación, podemos avanzar con esperanza y propósito, dejando atrás lo que nos retenía.

“Esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios”

— 1 Corintios 6:11

1 Corintios 6:11 nos recuerda que, aunque en el pasado hayamos vivido de maneras que no honraban a Dios, hemos sido transformados por Su gracia. Este versículo enfatiza que, al ser lavados, santificados y justificados en el nombre de Jesús y por el Espíritu de Dios, podemos dejar atrás nuestro pasado. Nos anima a vivir en la nueva identidad que hemos recibido, dejando atrás lo que fuimos, para abrazar lo que somos ahora en Cristo.

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”

— Gálatas 5:1

Gálatas 5:1 dice: “Para libertad Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes y no os sometáis nuevamente al yugo de esclavitud.” Este versículo nos recuerda que, en Cristo, somos liberados del pasado y de las ataduras del pecado. Nos insta a no volver a las viejas costumbres que nos esclavizaban. Al olvidar el pasado y abrazar la libertad que tenemos en Cristo, podemos vivir plenamente en la gracia, sin volver a las cadenas de la esclavitud espiritual.

“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”

— Juan 8:36

El versículo Juan 8:36 dice: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Este pasaje resalta el poder liberador de Jesucristo. En el contexto de olvidar el pasado, nos recuerda que, a través de Jesús, podemos liberarnos de las cadenas de la culpa y el dolor del pasado. Al aceptar Su libertad, podemos avanzar con esperanza y renovados, dejando atrás lo que nos ata y abrazando una nueva vida llena de propósito y paz.

“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos tierra nueva, en los cuales mora la justicia”

— 2 Pedro 3:13

2 Pedro 3:13 dice: “Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” Este versículo nos invita a enfocarnos en el futuro glorioso que Dios ha prometido, dejando atrás el pasado. Aunque las experiencias pasadas pueden marcarnos, es fundamental recordar que Dios nos ofrece un nuevo comienzo lleno de esperanza y justicia. Al confiar en sus promesas, podemos dejar atrás el pasado y esperar con fe el cumplimiento de su plan perfecto.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”

— Romanos 12:1

Romanos 12:1 nos exhorta a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, lo cual es nuestro culto racional. Este versículo nos invita a dejar atrás las cargas del pasado y transformar nuestras vidas mediante la renovación de nuestra mente. Al hacerlo, podemos discernir la voluntad de Dios y vivir de manera que refleje su propósito para nosotros. Al olvidar el pasado, nos abrimos a ser transformados y a vivir de acuerdo con los principios divinos.

“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo”

— Tito 3:5

Tito 3:5 nos recuerda que somos salvados no por nuestras propias acciones, sino por la misericordia de Dios. Este versículo nos invita a dejar atrás el pasado y nuestras propias obras, y a confiar en la regeneración y renovación que proviene del Espíritu Santo. Al olvidar nuestras fallas y errores pasados, podemos abrazar la gracia divina que nos transforma y nos guía hacia una nueva vida en Cristo. Es un llamado a la esperanza y a la renovación espiritual.

“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”

— 2 Corintios 4:16

2 Corintios 4:16 dice: “Por tanto, no desmayamos; antes bien, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” Este versículo nos anima a no desanimarnos por las dificultades y el desgaste físico, pues nuestro ser interior se fortalece constantemente. En el contexto de olvidar el pasado, nos recuerda que, aunque enfrentemos desafíos, nuestra renovación espiritual nos permite dejar atrás lo que nos detiene y enfocarnos en el crecimiento y la esperanza diaria.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”

— Efesios 1:7

Efesios 1:7 dice: “En él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia de Dios.” Este versículo nos recuerda que, a través de Cristo, somos redimidos y nuestros pecados son perdonados. Esto nos permite dejar atrás el pasado y avanzar con una nueva vida en la gracia divina. Al aceptar este perdón, podemos soltar las cargas del pasado, confiando en que hemos sido renovados por el amor y la misericordia de Dios.

“Cuanto está lejos el oriente del occidenteHizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”

— Salmos 103:12

El versículo bíblico Salmo 103:12 dice: “Tan lejos como está el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones”. Este versículo enfatiza la infinita misericordia y el perdón de Dios. Nos recuerda que, al igual que el oriente nunca se encuentra con el occidente, nuestras faltas son alejadas de nosotros cuando Dios nos perdona. Es un poderoso mensaje sobre dejar atrás el pasado y avanzar con una nueva perspectiva, confiando en que nuestras fallas no nos definen.

“AñadeY nunca más me acordaré de sus pecados transgresiones”

— Hebreos 10:17

Hebreos 10:17 dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”. Este versículo resalta la promesa divina de perdón total a través del sacrificio de Jesús. Dios nos ofrece un nuevo comienzo, olvidando nuestro pasado y liberándonos de la culpa. Este mensaje de redención nos invita a dejar atrás nuestros errores y vivir con la confianza de que somos perdonados y renovados. Es un llamado a abrazar el presente y avanzar con esperanza y paz en el corazón.

“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, ríos en la soledad”

— Isaías 43:19

Isaías 43:19 dice: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.” Este versículo nos invita a dejar atrás el pasado y estar abiertos a las nuevas bendiciones y oportunidades que Dios está creando. Nos recuerda que, aunque enfrentemos desafíos, Dios es capaz de transformar nuestras circunstancias y ofrecer esperanza y renovación en medio de la adversidad.

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”

— 1 Corintios 9:24

1 Corintios 9:24 dice: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.” Este versículo nos anima a vivir con propósito y determinación, dejando atrás el pasado y enfocándonos en el objetivo final. Al igual que un corredor se concentra en la meta, debemos dejar atrás las distracciones y errores pasados, y seguir adelante con perseverancia hacia nuestra recompensa espiritual.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”

— Filipenses 4:8

Filipenses 4:8 nos invita a enfocar nuestra mente en todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable y digno de admiración. Aunque no menciona directamente olvidar el pasado, sugiere un cambio de enfoque hacia lo positivo y edificante. Al centrar nuestros pensamientos en estas virtudes, podemos liberarnos de las cargas del pasado y avanzar con esperanza y claridad. Este versículo nos alienta a cultivar una mentalidad que nos impulse hacia un futuro más pleno y significativo.

“El Dios de esperanza os llene de todo gozo paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”

— Romanos 15:13

Romanos 15:13 dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Este versículo nos invita a confiar en Dios, quien es la fuente de esperanza. Al olvidar el pasado, podemos experimentar la renovación que trae la fe. Dios nos llena de gozo y paz, permitiéndonos avanzar con esperanza, libres de las ataduras del pasado, y vivir plenamente en el presente por medio del Espíritu Santo.

“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”

— 1 Timoteo 1:15

1 Timoteo 1:15 dice: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”. Este versículo resalta la gracia y misericordia de Jesús al ofrecer salvación a todos, sin importar nuestra historia o pecados pasados. Nos invita a dejar atrás el pasado, centrándonos en la redención y el nuevo comienzo que ofrece Cristo. Nos recuerda que, aunque el pasado nos marque, el amor de Jesús transforma y renueva.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”

— Colosenses 1:14

Colosenses 1:14 dice: “en quien tenemos redención, el perdón de pecados.” Este versículo nos recuerda que, a través de Cristo, hemos sido redimidos y nuestros pecados son perdonados. Esto implica que, a pesar de nuestro pasado, podemos empezar de nuevo. Al recibir el perdón divino, somos llamados a dejar atrás las culpas y errores del pasado, enfocándonos en una vida renovada. Cristo nos ofrece una nueva oportunidad para vivir en libertad y plenitud, dejando atrás lo que nos ata.

“Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos cabales, sin que os falte cosa alguna”

— Santiago 1:4

Claro, aquí tienes una breve explicación:

Santiago 1:4 nos exhorta a que la paciencia tenga su obra completa para que seamos perfectos y cabales, sin que nos falte nada. Este versículo, aunque no trata directamente sobre olvidar el pasado, nos enseña la importancia de perseverar en medio de las pruebas. Al dejar atrás el pasado y enfocarnos en el crecimiento espiritual, aprendemos a confiar en el proceso de Dios, alcanzando madurez y plenitud en nuestra fe. Así, podemos avanzar hacia un futuro renovado y esperanzador.

“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios”

— Hebreos 6:1

Hebreos 6:1 nos invita a avanzar hacia la madurez espiritual, dejando atrás las enseñanzas básicas y el pasado. Este versículo nos llama a no quedarnos estancados en arrepentimientos o errores anteriores, sino a crecer en nuestra fe y comprensión de Dios. Al olvidar el pasado, podemos centrarnos en el desarrollo de una relación más profunda y significativa con Cristo, construyendo sobre los cimientos ya establecidos y aspirando a una vida espiritual plena y madura.