40 Versículos de la Biblia sobre la Buena Fortuna

“La bendición de Jehová es la que enriqueceY no añade tristeza con ella”

— Proverbios 10:22

Proverbios 10:22 dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”. Este versículo resalta que la verdadera prosperidad y buena fortuna provienen de la bendición de Dios, no simplemente del esfuerzo humano o el azar. Cuando Dios bendice, lo hace de manera completa y sin las preocupaciones o dolores que a menudo acompañan las riquezas terrenales. Por lo tanto, buscar la bendición divina es buscar una fortuna llena de paz y satisfacción genuina.

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”

— Deuteronomio 28:1

Deuteronomio 28:1 subraya la importancia de la obediencia a Dios como clave para recibir sus bendiciones. El versículo promete que, si escuchamos y seguimos cuidadosamente los mandamientos de Dios, seremos elevados por encima de las naciones de la tierra. Este pasaje resalta que la buena fortuna y el éxito están vinculados a nuestra relación con Dios y nuestra disposición a seguir su guía. La obediencia trae consigo prosperidad y favor divino, convirtiéndose en una fuente de verdadera bendición.

“Bienes riquezas hay en su casaY su justicia permanece para siempre”

— Salmos 112:3

El versículo bíblico de Salmo 112:3 dice: “Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre”. Este pasaje resalta la bendición divina y la prosperidad que acompañan a quienes viven con rectitud y fe en Dios. La verdadera fortuna no solo se mide en términos de posesiones materiales, sino también en la justicia y el legado espiritual que perduran. La integridad y la fe traen una riqueza que trasciende lo material, asegurando una vida plena y bendecida.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”

— Jeremías 29:11

Jeremías 29:11 es un versículo lleno de esperanza y promesas divinas. Dios le asegura a su pueblo que tiene planes de bienestar y no de calamidad, planes para darles un futuro y una esperanza. Este versículo resalta la bondad y la fidelidad de Dios, recordándonos que, incluso en tiempos difíciles, Él tiene un propósito benevolente para nuestras vidas. Es una afirmación de que la verdadera buena fortuna proviene de confiar en los planes que Dios ha trazado para nosotros.

“Encomienda a Jehová tus obrasY tus pensamientos serán afirmados”

— Proverbios 16:3

Proverbios 16:3 dice: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”. Este versículo nos enseña sobre la importancia de confiar en Dios con nuestros planes y acciones. Cuando entregamos nuestras metas y proyectos a Dios, Él guía nuestros pasos y nos ayuda a alcanzar el éxito. La verdadera buena fortuna proviene de alinear nuestros esfuerzos con la voluntad divina, asegurando que nuestras decisiones estén respaldadas por la sabiduría y el propósito de Dios.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”

— Mateo 6:33

El versículo Mateo 6:33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Este pasaje nos enseña que al priorizar nuestra relación con Dios y vivir de acuerdo a sus principios, las preocupaciones materiales encuentran su lugar. En el contexto de la buena fortuna, sugiere que la verdadera prosperidad y bienestar provienen de una vida centrada en lo espiritual, confiando en que Dios proveerá lo necesario.

“Porque sol escudo es Jehová DiosGracia gloria dará JehováNo quitará el bien a los que andan en integridad”

— Salmos 84:11

El versículo de Salmo 84:11 dice: “Porque sol y escudo es el Señor Dios; gracia y gloria dará el Señor. No quitará el bien a los que andan en integridad.” Este versículo resalta la protección y provisión divina. Dios es como un sol que ilumina y un escudo que protege. Promete bendiciones y buena fortuna a quienes viven con rectitud e integridad. La verdadera prosperidad viene de caminar en los caminos de Dios, quien asegura que nada nos falte si seguimos su voluntad.

“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”

— Romanos 8:28

Romanos 8:28 es un versículo poderoso que nos recuerda que Dios obra en todas las cosas para el bien de quienes lo aman, aquellos que han sido llamados según su propósito. Este pasaje ofrece consuelo y esperanza, asegurándonos que, incluso en momentos difíciles, Dios está trabajando en nuestra vida para llevarnos a un resultado positivo. En el contexto de la buena fortuna, este versículo nos anima a confiar en que las bendiciones y el bienestar llegarán, ya que Dios está siempre presente y actuando a nuestro favor.

“El alma generosa será prosperadaY el que saciare, él también será saciado”

— Proverbios 11:25

Proverbios 11:25 dice: “El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado.” Este versículo resalta la importancia de la generosidad y cómo esta actúa como un canal para recibir bendiciones y buena fortuna. La generosidad no solo beneficia a los demás, sino que también enriquece al dador, creando un ciclo de prosperidad y satisfacción. Al compartir con otros, se abre la puerta para recibir abundancia en diversas formas, alineándose con el tema de la buena fortuna.

“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”

— Filipenses 4:19

Filipenses 4:19 dice: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Este versículo nos recuerda la abundante provisión de Dios para nuestras necesidades. En el contexto de la buena fortuna, subraya que la verdadera prosperidad viene de confiar en Dios, quien conoce y suple nuestras necesidades de manera perfecta. Nos anima a descansar en Su promesa de provisión, sabiendo que Su generosidad es inagotable y que siempre cuidará de nosotros en cualquier circunstancia.

“Honra a Jehová con tus bienesY con las primicias de todos tus frutosY serán llenos tus graneros con abundanciaY tus lagares rebosarán de mosto”

— Proverbios 3:9-10

Proverbios 3:9-10 nos instruye a honrar al Señor con nuestros bienes y las primicias de nuestros frutos. Este acto de generosidad y reconocimiento hacia Dios promete abundancia y prosperidad, simbolizada por graneros llenos y lagares rebosantes. En el contexto de la buena fortuna, el versículo nos recuerda que la verdadera prosperidad proviene de una relación fiel y generosa con Dios, quien recompensa nuestras ofrendas sinceras con bendiciones materiales y espirituales.

“Deléitate asimismo en Jehováél te concederá las peticiones de tu corazón”

— Salmos 37:4

El Salmo 37:4 dice: “Deléitate asimismo en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón”. Este versículo nos invita a encontrar alegría y satisfacción en nuestra relación con Dios. Al centrar nuestra vida en Él, nuestros deseos se alinean con Su voluntad, y experimentamos verdadera bendición y buena fortuna. No se trata solo de recibir lo que queremos, sino de descubrir que nuestras aspiraciones más profundas son colmadas al vivir en armonía con los propósitos divinos.

“Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”

— 2 Corintios 9:8

2 Corintios 9:8 dice: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra”. Este versículo nos recuerda que Dios es generoso y capaz de proveer todo lo que necesitamos. En el contexto de la buena fortuna, nos enseña que la verdadera prosperidad viene de recibir la gracia divina, la cual nos capacita para realizar buenas obras y compartir nuestras bendiciones con los demás.

“El altivo de ánimo suscita contiendasMas el que confía en Jehová prosperará”

— Proverbios 28:25

Proverbios 28:25 dice: “El altivo de ánimo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará.” Este versículo resalta que la arrogancia lleva a conflictos y problemas, mientras que la verdadera prosperidad proviene de confiar en Dios. En el contexto de la buena fortuna, el mensaje es claro: en lugar de depender de nuestras capacidades o riquezas, debemos poner nuestra fe en Dios para experimentar una prosperidad auténtica y duradera. La humildad y la confianza en lo divino son claves para la buena fortuna.

“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguasQue da su fruto en su tiempoY su hoja no caeY todo lo que hace, prosperará”

— Salmos 1:3

El Salmo 1:3 describe a una persona justa como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto en su tiempo y cuya hoja no cae. Este versículo simboliza prosperidad y estabilidad, sugiriendo que quienes siguen el camino de Dios florecen y son bendecidos con buena fortuna. La metáfora del árbol indica fuerza y crecimiento continuo, reflejando cómo la vida espiritual sólida conduce a un bienestar integral y duradero.

“El que sigue la justicia la misericordiaHallará la vida, la justicia la honra”

— Proverbios 21:21

Proverbios 21:21 dice: “El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra.” Este versículo destaca que perseguir la justicia y la misericordia trae recompensas significativas. En el contexto de la buena fortuna, sugiere que la verdadera prosperidad y bendición provienen de vivir con integridad y compasión. No se trata solo de riqueza material, sino de una vida plena, caracterizada por la paz, el respeto y la satisfacción interna que resultan de hacer el bien.

“Riquezas, honra vidaSon la remuneración de la humildad del temor de Jehová”

— Proverbios 22:4

Proverbios 22:4 dice: “Riquezas, honor y vida son la remuneración de la humildad y del temor del Señor.” Este versículo resalta que la verdadera buena fortuna proviene de una vida de humildad y reverencia hacia Dios. No se trata solo de posesiones materiales, sino de una riqueza integral que incluye el honor y una vida plena. Al vivir con humildad y respeto por lo divino, se abren las puertas a bendiciones que trascienden lo material, promoviendo una existencia significativa y abundante en todos los aspectos.

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”

— Isaías 41:10

Isaías 41:10 es un versículo de gran consuelo y fortaleza, donde Dios asegura a sus seguidores que no deben temer, ya que Él está con ellos. En el contexto de la buena fortuna, este versículo recuerda que la verdadera bendición y seguridad provienen de la presencia y apoyo divino. Aunque las circunstancias puedan variar, el respaldo de Dios es constante, ofreciendo protección y ayuda. Confiar en Su promesa es el fundamento para experimentar paz y prosperidad auténtica.

“En el día del bien goza del bien; en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él”

— Eclesiastés 7:14

Eclesiastés 7:14 nos enseña sobre la dualidad de la vida, invitándonos a reflexionar tanto en los momentos de prosperidad como en los de adversidad. Este versículo nos recuerda que tanto la buena fortuna como las dificultades son parte del plan divino. Al experimentar días buenos, debemos disfrutar y ser agradecidos, mientras que en los días difíciles, debemos recordar que Dios tiene un propósito. Esta perspectiva nos ayuda a mantener el equilibrio y la sabiduría, aceptando la vida con humildad y confianza en el plan de Dios.

“Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justoComo con un escudo lo rodearás de tu favor”

— Salmos 5:12

El versículo Salmo 5:12 dice: “Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor”. Este pasaje destaca la idea de que Dios otorga su protección y bendición a quienes son justos y fieles a Él. En el contexto de la buena fortuna, sugiere que la verdadera prosperidad y seguridad provienen del favor divino. La imagen del escudo simboliza la protección constante y el cuidado que Dios ofrece a sus seguidores, asegurando que estén rodeados de su benevolencia.

“Dad, se os dará; medida buena, apretada, remecida rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”

— Lucas 6:38

Lucas 6:38 dice: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosante darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. Este versículo enseña sobre la generosidad y la reciprocidad divina. Al dar desinteresadamente, Dios promete bendiciones abundantes. La buena fortuna no se mide solo en bienes materiales, sino en la riqueza de espíritu y en las bendiciones que recibimos al compartir con los demás. Es un llamado a vivir generosamente, confiando en la provisión divina.

“Toda buena dádiva todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”

— Santiago 1:17

El versículo de Santiago 1:17 nos recuerda que toda buena dádiva y todo don perfecto provienen de Dios, quien es inmutable y generoso. En el contexto de la buena fortuna, este versículo nos enseña que cualquier bendición que experimentemos en la vida es un regalo de Dios. La verdadera prosperidad no se mide solo por bienes materiales, sino por las bendiciones espirituales y el bienestar que Dios nos otorga con amor constante e inquebrantable.

“Las riquezas la honra están conmigoRiquezas duraderas, justicia”

— Proverbios 8:18

Proverbios 8:18 dice: “Conmigo están las riquezas y el honor, la fortuna duradera y la justicia”. Este versículo personifica la sabiduría, destacando que junto a ella se encuentran la verdadera prosperidad y el honor. A diferencia de la riqueza material efímera, la sabiduría ofrece una fortuna perdurable y justa. En el contexto de la buena fortuna, el versículo sugiere que la verdadera bendición y éxito vienen al buscar y valorar la sabiduría divina, la cual trae consigo beneficios espirituales y materiales.

“Invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, ensancharas mi territorio, si tu mano estuviera conmigo, me libraras de mal, para que no me dañ! le otorgó Dios lo que pidió”

— 1 Crónicas 4:10

1 Crónicas 4:10 relata la oración de Jabes, quien pide a Dios bendiciones, expansión de territorio, protección y que se le libre del mal para no causar dolor. Este versículo es un ejemplo de cómo buscar la buena fortuna a través de la fe y la oración sincera. Jabes, a pesar de su nombre que significa “dolor”, confía en el poder de Dios para transformar su vida. Su petición muestra que la verdadera prosperidad proviene de la bendición divina y la guía espiritual.

“Jehová te pastoreará siempre, en las sequías saciará tu alma, dará vigor a tus huesos; serás como huerto de riego, como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”

— Isaías 58:11

Isaías 58:11 dice que el Señor guiará y satisfará nuestras necesidades, incluso en tiempos difíciles, dándonos fortaleza y renovación. Este versículo refleja cómo la fe y la obediencia a Dios pueden traer buena fortuna espiritual, asegurando que nuestras vidas florezcan como un jardín bien cuidado. En el contexto de la buena fortuna, nos recuerda que la verdadera prosperidad proviene de una relación cercana con Dios, quien nos provee y cuida con amor constante y sabiduría divina.

“Traed todos los diezmos al alfolí haya alimento en mi casa; probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”

— Malaquías 3:10

Malaquías 3:10 es un llamado a la generosidad y a la confianza en Dios. El versículo invita a traer los diezmos al almacén, prometiendo que, al hacerlo, Dios abrirá las ventanas del cielo y derramará bendiciones en abundancia. Este pasaje subraya la conexión entre la fe, la obediencia y la prosperidad. En el contexto de la buena fortuna, nos recuerda que al confiar en Dios y ser generosos, podemos experimentar su provisión y bendiciones desbordantes en nuestras vidas.

“A Jehová presta el que da al pobreY el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”

— Proverbios 19:17

Proverbios 19:17 dice: “Quien se apiada del pobre presta al Señor, y él le devolverá su obra”. Este versículo resalta la importancia de la generosidad y la compasión hacia los necesitados. Indica que al ayudar a los pobres, es como si estuviéramos prestando a Dios mismo. En el contexto de la buena fortuna, sugiere que Dios recompensa a quienes muestran bondad y misericordia, devolviendo su acto de caridad con bendiciones y prosperidad.

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”

— Salmos 23:1

El Salmo 23:1 dice: “El Señor es mi pastor; nada me faltará”. Este versículo refleja la idea de confianza y provisión divina, sugiriendo que aquellos que tienen fe en Dios experimentarán una vida plena y bendecida. En el contexto de la buena fortuna, este pasaje transmite que la verdadera prosperidad no se mide solo en términos materiales, sino en la seguridad y el cuidado que provienen de una relación con Dios, quien guía y protege a sus seguidores como un pastor cuida a sus ovejas.

“Fíate de Jehová de todo tu corazónY no te apoyes en tu propia prudenciaReconócelo en todos tus caminosY él enderezará tus veredas”

— Proverbios 3:5-6

Proverbios 3:5-6 nos invita a confiar plenamente en el Señor y no en nuestro propio entendimiento. Este pasaje resalta la importancia de reconocer a Dios en todos nuestros caminos, prometiéndonos que Él dirigirá nuestras sendas. En el contexto de la buena fortuna, estos versículos nos enseñan que la verdadera prosperidad y éxito provienen de una relación de confianza con Dios. En lugar de depender de nuestra sabiduría, debemos buscar Su guía para experimentar bendiciones auténticas y duraderas.

“A Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”

— Efesios 3:20

Efesios 3:20 dice: “Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”. Este versículo resalta la capacidad infinita de Dios para bendecirnos más allá de nuestras expectativas. En el contexto de la buena fortuna, nos recuerda que, aunque busquemos la prosperidad o el éxito, Dios tiene el poder de otorgarnos bendiciones inesperadas y abundantes, superando nuestras peticiones y sueños más ambiciosos.

“Los leoncillos necesitan, tienen hambrePero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”

— Salmos 34:10

El versículo de Salmos 34:10 dice: “Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien”. Este versículo resalta la idea de que, aunque incluso las criaturas más fuertes pueden experimentar necesidad, aquellos que confían y buscan al Señor serán provistos de todo lo necesario. En el contexto de la buena fortuna, este pasaje nos recuerda que la verdadera abundancia y bendición provienen de una relación cercana con Dios, quien cuida y provee para sus fieles.

“El mal perseguirá a los pecadoresMas los justos serán premiados con el bien”

— Proverbios 13:21

Proverbios 13:21 dice: “La desgracia persigue a los pecadores, pero la prosperidad es la recompensa de los justos.” Este versículo subraya el principio de que nuestras acciones tienen consecuencias. Aquellos que viven en pecado y desobediencia a menudo enfrentan dificultades, mientras que los que buscan la justicia y siguen los caminos de Dios encuentran bendiciones y buena fortuna. Este pasaje nos anima a vivir rectamente, confiando en que la justicia y la integridad traen recompensas y bienestar duradero.

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”

— Filipenses 1:6

Filipenses 1:6 dice: “Estoy convencido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”. Este versículo ofrece una poderosa afirmación de fe y esperanza, recordándonos que Dios está activamente trabajando en nuestras vidas. La “buena obra” puede interpretarse como las bendiciones y el crecimiento espiritual que Dios cultiva en nosotros, asegurándonos que nuestras vidas están guiadas hacia un propósito divino. En el contexto de la buena fortuna, nos anima a confiar en el proceso divino y en las bendiciones futuras.

“Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre, serás bendición”

— Génesis 12:2

Génesis 12:2 dice: “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré; haré famoso tu nombre, y serás una bendición”. Este versículo refleja la promesa de Dios a Abraham, señalando el comienzo de una relación especial y bendecida. La buena fortuna, en este contexto, se manifiesta a través de la bendición divina que no solo enriquece a Abraham, sino que también lo convierte en un canal de bendición para otros. Es un recordatorio del impacto positivo de la fe y la obediencia.

“Cuando comieres el trabajo de tus manosBienaventurado serás, te irá bien”

— Salmos 128:2

El versículo bíblico Salmo 128:2 dice: “Cuando comas del trabajo de tus manos, serás feliz y te irá bien”. Este versículo destaca la bendición de disfrutar el fruto del propio esfuerzo, señalando que la verdadera fortuna proviene del trabajo honesto y diligente. En el contexto de la buena fortuna, nos recuerda que la prosperidad y la felicidad son recompensas divinas por nuestro trabajo arduo y dedicación. Esta enseñanza subraya la conexión entre el esfuerzo personal y la bendición divina.

“El que confía en sus riquezas caeráMas los justos reverdecerán como ramas”

— Proverbios 11:28

Proverbios 11:28 dice: “El que confía en sus riquezas caerá; pero los justos reverdecerán como ramas”. Este versículo destaca la importancia de no poner nuestra confianza en las riquezas materiales, ya que son pasajeras y pueden conducir a la caída. En cambio, aquellos que buscan la justicia y confían en Dios prosperarán y florecerán. La verdadera buena fortuna no se encuentra en las posesiones, sino en una vida recta y una relación sólida con Dios.

“Pedid, se os dará; buscad, hallaréis; llamad, se os abrirá”

— Mateo 7:7

Mateo 7:7 dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Este versículo enfatiza la importancia de la persistencia y la fe en la búsqueda de bendiciones y buena fortuna. Nos enseña que, al acercarnos a Dios con confianza y constancia, podemos recibir lo que necesitamos. La buena fortuna, en este contexto, se ve como el resultado de una relación activa y fiel con Dios, quien responde a nuestras peticiones sinceras.

“Te daré los tesoros escondidos, los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”

— Isaías 45:3

Isaías 45:3 dice: “Te daré los tesoros escondidos y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre.” Este versículo refleja la promesa de Dios de revelar bendiciones y oportunidades inesperadas. En el contexto del tema “Buena Fortuna”, sugiere que la verdadera riqueza y fortuna provienen del reconocimiento y la guía divina. Dios, al conocernos personalmente, nos ofrece sus dones ocultos, demostrando así su amor y cuidado por nosotros.

“La maldición de Jehová está en la casa del impíoPero bendecirá la morada de los justos”

— Proverbios 3:33

Proverbios 3:33 dice: “La maldición de Jehová está en la casa del impío, pero bendecirá la morada de los justos.” Este versículo resalta el contraste entre las consecuencias del comportamiento malvado y las bendiciones que se otorgan a aquellos que viven rectamente. En el contexto de la buena fortuna, enfatiza que la verdadera prosperidad y bendición provienen de vivir de acuerdo con los principios de justicia y rectitud. La buena fortuna, según este pasaje, está alineada con la vida justa y el favor divino.